Es importante conocer la hora oficial en Chile puesto que, dependiendo de la zona geográfica, puede tener distintos horarios. Además, esta cambia dos veces al año, lo que algunas veces podría generar confusión en las personas. ¿Qué hora es en Chile? Acá te contamos la hora y sus diferencias en nuestro territorio.
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Chile abarca una amplia variedad de paisajes y culturas. Y, para aquellos que visitan o residen en el país, estar al tanto de la hora oficial local es fundamental para sincronizarse con las actividades diarias. Por ello, a continuación te contamos todo sobre la hora oficial en Chile:
Chile se extiende a lo largo de más de 4.300 kilómetros desde su frontera con Perú hasta el cabo de Hornos en Tierra del Fuego. Debido a su extensa geografía, el país tiene diferentes husos horarios y experimenta variaciones estacionales.
Para comprender plenamente qué hora es en Chile, es necesario considerar estos factores y conocer las tres zonas específicas donde hay distintos horarios:
- Chile continental
- Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez
- Región de Magallanes y la Antártica Chilena
Para el territorio continental, la zona horaria corresponde a UTC-3 en verano y UTC-4 en invierno, de acuerdo al Decreto 224 del Ministerio del Interior.
El huso también está presente en el archipiélago de Juan Fernández, no así en Rapa Nui, como revisaremos más adelante.
También puedes visitar la web horaoficial.cl del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.
Debido a la extensión del territorio chileno, hay otras regiones que operan en diferentes husos horarios, normativa que también quedó plasmada en el Decreto 224 promulgado el 14 de julio de 2022.
Es el caso de la región de Magallanes y de la Antártica Chilena, que abarca la parte más austral del país, en donde la hora local es UTC-3 durante el año.
La normativa dispone que en el caso de Magallanes, "la Hora Oficial de Chile Continental se extenderá de manera indefinida, y corresponderá en forma permanente al huso horario tres horas al Oeste del meridiano de Greenwich (-3)".
La hora en región de Magallanes
Es importante tener en cuenta que las islas de Pascua y Salas y Gómez, ubicadas en el océano Pacífico, también operan en un huso horario diferente.
Estas islas se encuentran en el huso horario UTC-6 y UTC-5 durante el horario de verano. Por lo tanto, al calcular la hora en estas islas, es necesario considerar las diferencias específicas según la época del año.
La hora en Isla de Pascua
El territorio chileno sufre dos cambios de hora oficial al año.
- El primero de ellos, que es el cambio el horario de invierno, comienza a las 00:00 del segundo domingo de marzo de cada año, cuando los relojes se retrasan una hora.
- Por el contrario, el cambio hacia el horario de verano, se produce a las 00:00 del primer domingo de septiembre de cada año, cuando los relojes se adelantan una hora.
Las dificultades que trae adaptarse a un nuevo horario tienen una explicación, la cual es entregada por la doctora Eugenia Escorza, jefa de salud mental de Clínica Dávila y psiquiatra de Dávila Vespucio.
"Generalmente, en los fotoperiodos estamos conectados con el ambiente a través de la retina y otros elementos que ayudan a la producción de melatonina, lo que tiene directa vinculación con la regulación del ritmo de nuestro descanso y vigilia. Entonces, estos cambios artificiales, sobre todo en personas que tienen alguna patología, por ejemplo, trastorno del ánimo, trastorno ansioso, trastorno del sueño y vigilia, tendrán una mayor repercusión", señala.
Para el Dr. Luis Larrondo, director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), la definición es muy clara: debería mantenerse un solo horario de manera continua. “Existen datos científicos, fruto de años de estudio, que dan cuenta del impacto negativo que generan los cambios de hora. Episodios de ansiedad, irritabilidad, pero también manifestaciones de baja productividad además de efectos medibles en la salud, son algunas consecuencias que podemos ver cuando el reloj biológico se desincroniza con el reloj social”.
En la misma línea, el doctor José Luis Castillo, neurólogo y jefe del Centro del Sueño de Clínica Santa María y autor del libro "El Buen Dormir", indica que un cambio de hora puede alterar el reloj biológico, y que el de verano es más complejo porque altera el ritmo circadiano, ya que este depende de la exposición a la luz.
Con el cambio de hora, habrá mañanas más oscuras y tardes más claras. Menos luz al empezar el día puede disminuir los niveles de la hormona serotonina, que estimula el estado de ánimo; y la exposición a más luz durante la tarde puede retrasar la producción de melatonina, hormona que ayuda a descansar correctamente.
"Se perderá una hora de reposo y quienes más sufren con esta modificación son los niños, personas mayores o pacientes con trastornos del sueño", dice Castillo.
El cambio de hora impuesto y artificial requiere un periodo de adaptación para las personas de entre 3 a 5 días, sostiene el doctor Enzo Rivera, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, lo que podría implicar una serie de riesgos.
"Durante ese tiempo de ajuste, por efecto de la somnolencia, existe un mayor riesgo de protagonizar:
- Accidentes
- Cambios de humor
- Empeoramiento de insomnio
- Letargo en las personas que ya tienen una enfermedad psiquiátrica
- Menor rendimiento académico y laboral", aclara Rivera.
El especialista agrega que estudios comparativos realizados en Estados Unidos han revelado los efectos adversos que el cambio de hora podría tener en la población: "El rendimiento de los escolares empeora y, por otro lado, aumenta la accidentabilidad, tanto laboral como de tránsito, especialmente el primer día posterior al cambio de hora".
Los especialistas detallan algunas recomendaciones para adecuarse con anticipación al cambio de horario, y así no afectar nuestro ciclo de sueño:
- Adelantar gradualmente la hora de sueño: varios días antes de la modificación horaria, intentar acostarse y levantarse 15 minutos antes cada día. Esto ayudará a que el cuerpo se vaya ajustando de manera paulatina.
- Exposición a luz brillante: es un fuerte estímulo para ajustar el reloj interno del cuerpo. Es aconsejable realizarlo al despertar, especialmente en la semana previa al cambio de hora, para que el cuerpo se adapte más rápido.
- Mantener una rutina: intentar acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayudará a establecer un ritmo constante y facilitará la adaptación.
- Evitar la cafeína y el alcohol: estas sustancias pueden interferir con la calidad del buen dormir y dificultar la adaptación a la nueva temporada. Tratar de limitar su consumo, especialmente en las horas previas al descanso.
- Practicar buenos hábitos de sueño: se debe mantener un ambiente propicio en la habitación. Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse, ya que la luz azul puede afectarnos al momento de dormir. Durante los días de adaptación, se sugiere tomar siestas solo si es necesario. Sin embargo, estas tienen que ser cortas, de 15 a 20 minutos, porque pueden generar somnolencia diurna.