En prisión preventiva quedó el padre y la madrastra de la niña de 2 años, de iniciales A.I.A.T., que el pasado 28 de septiembre ingresó sin signos vitales al Hospital de La Calera, donde se comprobó que la menor de edad mantenía importantes en su cráneo y en distintas partes del cuerpo causadas por terceras personas.
Ambos imputados, de iniciales J.A.A.V y K.J.F.C, fueron formalizados por el delito de parricidio y homicidio, respectivamente, ya que las pericias al cuerpo de la víctima permitieron establecer que fue golpeada en reiteradas ocasiones.
Durante la audiencia de levantamiento de cargos desarrollada este martes 1 de octubre en el Juzgado de Garantía de La Calera, la fiscal Javiera Beltrán detalló que la niña fue agredida, violentada y descuidada durante varios meses antes de morir.
La abuela paterna de la víctima declaró que en varias ocasiones notó que su nieta presentaba moretones y heridas, situación que el padre, quien mantenía la custodia legal, justificaba asegurando que la "niña sufría constantes caídas".
Los últimos días de la víctima
La mañana del sábado 28 de septiembre, el padre de la niña se levantó y salió a trabajar, dejando a su hija al cuidado de su madrastra, una mujer sordomuda y con la que vivía hace aproximadamente un año en la Villa José Miguel de La Calera.
De acuerdo con la versión entregada por el imputado a la Fiscalía, unas horas después la mujer realizó una videollamada con el hombre, mediante la cual mostraba que la menor de edad estaba desmayada y no respondía.
El sujeto salió de su trabajo e inmediatamente se devolvió hasta su domicilio, encontrándose con el estremecedor escenario, decidiendo llamar a su madre ―abuela de la víctima- ante la desesperación.
"Mamá, la niña no responde, está desmayada", le expresó el hombre a su madre, quien le manifestó que debía llevar rápidamente a su nieta hasta un recinto médico.
Los médicos del Hospital de La Calera intentaron reanimar a la menor de edad, sin embargo, ya no contaba con signos vitales al momento de llegar al centro asistencial.
El testimonio de los facultativos establece que "la paciente llegó con un paro cardiorrespiratorio, es decir, llegó fallecida", percatándose en ese momento que tenía múltiples lesiones en su cráneo, rostro y otras partes del cuerpo y que, además, el cadáver presentaba mal olor.
Las indagatorias desarrolladas por la Fiscalía y la PDI también permitieron determinar que la fallecida fue llevada en constantes ocasiones a urgencias por los acusados, comprobándose que las agresiones fueron "sostenidas en el tiempo".