La Fiscalía Regional de Valparaíso confirmó la identificación del cuerpo de Ana Bravo Verdejo, quien fue reportada como desaparecida en noviembre de 2019 en la comuna de Valparaíso. Tras 4 años de análisis de ADN, se estableció con un 99% de certeza que los restos encontrados corresponden a la mujer de 40 años, madre de tres hijos.
Los restos de Ana Bravo se encontraban desde 2020 en el Servicio Médico Legal de Santiago, en la Unidad de Antropología, donde se realizaron pericias debido a las condiciones en las que fueron hallados. La investigación, a cargo de la Fiscalía Local de Valparaíso, ha estado activa desde la denuncia de desaparición, incluyendo toma de muestras de ADN de familiares y búsquedas en sectores donde fue vista por última vez, como el muelle Barón.
En diciembre de 2024, la familia de Ana impulsó una última búsqueda en un sector específico de Barón, sin obtener resultados concluyentes. Sin embargo, la reciente identificación positiva fue comunicada directamente a sus familiares por la Fiscalía, que ha reiterado su compromiso de esclarecer las circunstancias de su muerte.
La extraña desaparición de Ana Bravo
La Fiscalía no descarta la intervención de terceros en la muerte de Ana Bravo y continúa indagando el caso como un posible femicidio. Desde el inicio de la investigación, la familia ha denunciado la falta de respuestas y ha exigido justicia.
Ana Bravo desapareció el 10 de noviembre de 2019, luego de salir de su trabajo vendiendo anticuchos cerca del muelle Barón. Su familia relata que ella solía esperar a un pariente para trasladar su carro, pero aquel día no la encontraron. Según su hermana, Giovanca Bravo, Ana llamó a su familia alrededor de las 18:00 horas para que la fueran a buscar, pero nunca llegó a casa.
Un primo de la víctima fue la última persona que la vio con vida y declaró que Ana se retiró del lugar con un hombre de aproximadamente 1.80 metros de altura. Desde entonces, su familia emprendió una intensa búsqueda, recorriendo calles, cerros y playas en busca de pistas.
Además, contrató a un buzo privado para lograr dar con pertenencias que permitieran confirmar la identidad de la mujer. Finalmente, y tras cuatro años de espera, se confirmó su identidad, aunque el caso sigue sin sospechosos ni detenidos.