El diputado Vlado Mirosevic (PL) realizó un autocrítico análisis sobre la derrota del Apruebo, sector del cual fue activo participante y vocero, en el plebiscito, y el futuro del proceso constituyente, que se encuentra en pleno proceso de diálogos entre los partidos políticos, y el propio Gobierno.
En conversación con El Mercurio, el parlamentario aseguró que "es muy importante ser buenos perdedores, y que con
humildad nos preguntemos cuáles son las causas de la derrota, y saquemos lecciones a futuro. Tengo la impresión de que la primera razón es que el sello sectario de un grupo de convencionales ahuyentó a las mayorías".
"La gente no rechazó exactamente ni todo el texto ni todos los contenidos; al contrario, la sociedad chilena está de acuerdo con muchos de los contenidos expresados, pero hubo un rechazo muy nítido a un clima que puso un grupo de constituyentes, y terminó por fracasar la arrogancia mostrada por algunos convencionales", sostuvo.
Sobre el contenido mismo de la propuesta, dijo: "Creo que sí hubo un gran debate en Chile sobre la plurinacionalidad que no terminó de cuajar, de hacer sentido. Hay otros aspectos donde claramente lo que hubo fueron interpretaciones mañosas respecto del texto mismo, como en vivienda".
"No es que el texto en eso fuera radical, ahí el clima de desinformación también hizo mucho daño. Pero lo fundamental que la gente rechazó fue el tono que algunos constituyentes le dieron al debate constitucional. Octubre hizo posible un momento de cambio, pero los excesos del octubrismo lo frustraron; el octubrismo como estado de ánimo, como estética, como consigna", reflexionó.
A juicio de Mirosevic, "hubo un problema en la elección de constituyentes que definió una composición de la Convención, donde no estuvieron presentes los equilibrios que representan a la sociedad chilena", y también "hubo una cierta dificultad de origen que se alejó de las grandes mayorías, donde, además, la derecha tuvo una subrepresentación, subrepresentación no impuesta, sino que elegida por las urnas".
Respecto del nuevo proceso constituyente, opinó: "Creo que tiene que ser una nueva Convención 100% electa. La legitimidad es un asunto del que hay que hacerse cargo sí o sí, eso no ha cambiado en Chile. Si nos hacemos cargo de la legitimidad del nuevo proceso constituyente, si este es solo un acuerdo entre cuatro paredes que no devuelve a la ciudadanía el poder de elegir a quienes redacten, podemos revivir el octubrismo, que fue una contestación contra esa élite que se ponía de acuerdo entre ellos".
"Tenemos dos alternativas: o la Convención que es una representación popular o que sea la propia gente la que defina el mecanismo a través de un plebiscito, lo que me parece un coco redundante", sostuvo.
Las características de esta Convención, según el legislador, son las siguientes: "No pueden estar las listas de independientes, que eso fue una anomalía. Si una persona tiene ideas comunes con otras, eso se llama partidos políticos. A nosotros nos gusta la idea de listas cerradas por macrozonas, lo que permite que la gente vote por corrientes de opinión y no por personas, y que los partidos puedan privilegiar gente más experta".
"Creo que deben participar escaños reservados, hay que discutir cuál es el número total. También estamos por que sea una Convención mas pequeña y exprés, de tres a cinco meses", detalló.
Al ser consultado por la opción del comité de expertos, respondió: "Es una mala idea porque revive la idea de que los políticos se pusieron de acuerdo de manera cupular. Solo podía ser si la gente a través de un plebiscito elige esta opción, pero definir nosotros esto en el Congreso me parece un error que profundiza el problema".