En medio de las campañas electorales por el apruebo o el rechazo de cara al plebiscito de salida, en redes sociales ha surgido el debate por la desinformación respecto al texto propuesto por la Convención o ante el proceso constituyente.
Desde Fact Checking de la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile entregan algunas recomendaciones para no caer en desinformación o información falsa.
1. Estar siempre alerta y leer con atención, sobre todo en contextos de incertidumbre como son los periodos de elecciones y semanas previas a las votaciones.
Si lo que lees te genera rabia, miedo o una emoción fuerte, ¡sospecha! Estudios académicos dicen que es más probable que sea desinformación. Fíjate en el vocabulario del mensaje y en la ortografía. Si tiene palabras rebuscadas o que no conoces y algunas están mal escritas, ¡sospecha y no compartas enseguida!
2. No te quedes solo con los titulares. En general los titulares tienen un máximo de caracteres posibles, por lo que no entregan toda la información necesaria o carecen de todo el contexto, simplemente porque hay poco espacio. Por lo mismo, la invitación es a leer, ver y/o escuchar más allá de las primeras frases, ojalá completo. Si solo leíste el titular, ¡sospecha y no compartas enseguida!
3. Fíjate quién es el autor o la autora del mensaje. ¿Es posible saberlo? ¿Tiene nombre, apellido y fotografía? ¿Cuáles son sus interacciones anteriores en la red social? ¿Es una fuente validada? ¿Es una institución? Si la respuesta es no, ¡sospecha y no compartas enseguida!
4. Revisa las fuentes de dónde viene la información. Además de ver quién lo comparte, es importante saber de dónde salen los datos.
Si no hay una fuente explícita de dónde salen los datos, es decir ni instituciones u autores se hacen cargo de la información entregada, ¡sospecha y no compartas enseguida!
Pregúntate: ¿Por qué lo están compartiendo? Si la respuesta es porque quieren cambiar tu opinión, ¡sospecha y no compartas enseguida!
5. Si la (des)información te llegó por Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram o Tiktok fíjate cuántas veces fue compartido o cuántas interacciones tiene. Por ejemplo, en Whatsapp si aparecen dos flechitas sobre el mensaje o dice reenviado muchas veces, quiere decir que se lo han mandado al menos a dos personas antes de que te llegara a ti. Si se está viralizando rápido, ¡sospecha y no compartas enseguida.
6. También es importante que te fijes cuándo fue publicado, para ver si está o no descontextualizado.
7. Revisa en tu buscador favorito el tema sobre el cual se entrega la (des)información, la imagen que te llegó o las palabras claves de la publicación. Aquí verás si algún medio de verificación ya chequeó la información y/o encontrarás las fuentes más pertinentes y confiables para comprobar si es verdadero, falso o impreciso lo que te comparten.
8. Es importante que te mantengas informada/o. Trata de estar al tanto de lo que pasa e infórmate en distintos medios de comunicación y en distintas plataformas: televisión, radio, prensa escrita impresa, medios digitales y redes sociales. Es importante conocer las distintas opiniones para no caer en sesgos de confirmación de lo que creemos o en cámaras de eco (donde escuchamos solo a personas que piensan igual a uno). Si no has visto el contenido en otros medios, sospecha y no lo compartas enseguida.
9. Si sospechas de una (des)información NO COMPARTAS y busca corroborarla primero.