Impacto generó en Argentina el asesinato de Milagros González, joven de 18 años, cuya madre aseguró que su hija fue víctima de múltiples agresiones y la mutilación de su lengua para evitar que denunciara un supuesto abuso sexual.
Verónica, madre de Milagros, aseguró a la prensa trasandina que el deceso de la joven ocurrido el 14 de febrero pasado había sido "para callarla".
La tesis planteada aseguraba que la fallecida habría visto el momento exacto en que se produjo un abuso sexual, situación que la obligaba a entregar su declaración judicial.
Concretamente, Milagros, según su madre, fue víctima de una brutal agresión en la calle que obligó su traslado al Hospital San Bernardo, en Salta. Sin embargo, lo peor vendría después.
La denuncia familiar aseguró que una enfermera fue ordenada a cortarle la lengua a Milagros para evitar que diera su testimonio.
"Ella sabía y este tipo (supuesto abusador) mandó a dos mujeres para hacerla callar y la callaron. Cuando ingresó al hospital el primer día, una pasante de enfermería entró y le cortó la lengua mientras estaba internada", narró.
Vuelco en el caso: Milagros nunca sufrió mutilación alguna
El medio argentino TN tuvo acceso a los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de Milagros, teniendo un resultado contundente.
En base a la conclusión, "el examen forense no halló lesiones que indiquen una agresión física".
Asimismo, el cadáver no presentaba evidencia de haber sufrido violencia física ni mutilaciones.
¿Cómo murió, entonces? La Fiscalía Especializada en Femicidios (UFEM), a cargo del caso, sentenció que "la causa del fallecimiento está vinculada a una patología de base".