La NASA anunció este jueves que ha establecido un grupo de estudio que analizará a partir de este otoño los Fenómenos Aéreos no Identificados (UAP por sus siglas en inglés) para avanzar en "la comprensión científica" de los posibles descubrimientos y la recopilación y uso de datos futuros.
El objetivo de este estudio independiente sobre UAP, concepto que ha desplazado a la denominación OVNI (Objeto volador no identificado), por haber quedado anticuada, se basa en "la observación de eventos en el cielo que no pueden identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos desde una perspectiva científica".
El número limitado de observaciones de UAP "dificulta sacar conclusiones científicas sobre la naturaleza de tales eventos", señaló la NASA en un comunicado, y agregó que estos fenómenos no identificados en la atmósfera "son de interés tanto para la seguridad nacional como para la seguridad aérea".
En ese contexto, "establecer qué eventos son naturales proporciona un primer paso clave para identificar o mitigar dichos fenómenos (...) y "garantizar la seguridad de las aeronaves".
En cualquier caso, la agencia espacial del Gobierno estadounidense dijo que "no hay evidencia de que los UAP sean de origen extraterrestre".
"La NASA cree que las herramientas del descubrimiento científico son poderosas y se aplican aquí también", apuntó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la sede de la NASA en Washington.
Zurbuchen explicó que se dispone de acceso a una amplia gama de observaciones de la Tierra desde el espacio, y que "ese es el elemento vital de la investigación científica".
"Contamos con las herramientas y el equipo que pueden ayudarnos a mejorar nuestra comprensión de lo desconocido. Esa es la definición misma de lo que es la Ciencia. Eso es lo que hacemos", resaltó el científico.
La agencia recordó que "no forma parte de la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados del Departamento de Defensa" de Estados Unidos, ni de su sucesor, el Grupo de Sincronización de Gestión e Identificación de Objetos Aerotransportados.
Sin embargo, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, mantiene una estrecha relación con el Gobierno estadounidense respecto a "cómo aplicar las herramientas de la Ciencia para arrojar luz sobre la naturaleza y el origen de los fenómenos aéreos no identificados".
El equipo de estudio independiente de la agencia espacial estará dirigido por el astrofísico David Spergel, presidente de la Fundación Simons, de Nueva York, y Daniel Evans, administrador adjunto de investigación de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
"Dada la escasez de observaciones, nuestra primera tarea es simplemente recopilar el conjunto de datos más sólido que podamos", dijo Spergel.
Se espera que el estudio, que contará con el asesoramiento de expertos, tarde alrededor de nueve meses en completarse.
"De acuerdo con los principios de transparencia e integridad científica de la NASA, este informe se compartirá públicamente", añadió Evans, quien aseguró que "todos los datos de la NASA están disponibles para el público".
"Nos tomamos esa obligación en serio y los hacemos (los datos) fácilmente accesibles para que cualquiera pueda verlos o estudiarlos", insistió.
Aunque no está relacionado con este nuevo estudio, la NASA tiene un programa de astrobiología que se enfoca en los orígenes, la evolución y la distribución de la vida más allá de la Tierra.
Desde el estudio de agua en Marte hasta el sondeo de "mundos oceánicos" prometedores, como Titán y Europa, las misiones científicas de la NASA están trabajando de forma conjunta con el objetivo de encontrar signos de vida más allá de la Tierra.