La empresa de preservativos, Trojan, tendrá que presentarse a tribunales en Estados Unidos, ya que este lunes se registró una demanda colectiva en su contra, que acusa que sus condones no son seguros, ya que contendrían químicos cancerígenos.
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La demanda en contra de la conocida marca de preservativos
Según explicó uno de los demandantes a NYPost, Matthew Goodman, los productos que se anuncian como "los condones número uno de Estados Unidos" no son aptos para el uso de consumidores, ya que tendrían sustancias per- y y polifluoroalquiladas, conocidas también como PFAS.
En el litigio, Goodman alega que un testeo independiente de un paquete de preservativos "Ultra Thin" de marca Trojan reveló la presencia de flúor orgánico. Este químico, según cuenta el demandante, es "prácticamente inexistente" fuera de químicos PFAS creados por el hombre.
Respecto al caso de Goodman, un extracto de la denuncia narra que: "Basado en la etiqueta, él creyó razonablemente que el producto era seguro para usar en sus genitales".
"Si hubieran transparentado que sus productos contenían químicos PFAS, y los daños que podrían resultar del contacto con estos, (Goodman) no habría comprado estos productos, o, al menos, habría estado dispuesto a pagar significativamente menos", alegó el representante de Goodman a la corte.
La demanda busca una restitución de al menos 5 millones de dólares de la empresa propietaria de los preservativos, Church & Dwight, para los clientes de Trojan alrededor del país.
"Los Químicos Eternos": un peligro invisible más común de lo que creemos
Las sustancias per- y polifluoroalquiladas, conocidas también como PFAS, son químicos creados por el hombre, encontrados en cientos de productos comerciales y de consumo. Entre estos, se encuentran cosméticos, sartenes no adherentes y ropa resistente a las manchas.
Coloquialmente, son conocidos como "Forever Chemicals" o "Químicos Eternos" debido a que estos no son metabolizados rápidamente por el cuerpo humano o el medioambiente. Una vez absorbidos, ya sea a través de la piel u otras superficies, tienen una extensa permanencia en el receptor.
Los PFAS han sido vinculados a varias condiciones de salud, como el colesterol alto, daño al hígado, enfermedades a la tiroides, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer.