A mediados del mes de enero se reveló un artículo científico que describe el desarrollo de una investigación china sobre una nueva cepa "mutante" de COVID-19 y que tendría una mortalidad del 100%, según experimentos realizados en ratones humanizados.
Ante los resultados preliminares del ensayo científico, el profesor Francois Balloux, experto en enfermedades infecciosas del University College de Londres, comentó en Twitter (X): "Es un estudio terrible, científicamente totalmente inútil".
Una opinión que comparte el profesor Richard Ebright, químico de la Universidad Rutgers, quien en medio de una entrevista con DailyMail, señaló que: "La preimpresión no especifica el nivel de bioseguridad ni las precauciones de bioseguridad utilizadas para la investigación".
Una situación alarmante para la comunidad, pues "la ausencia de esta información plantea la posibilidad preocupante de que parte o la totalidad de esta investigación, como la investigación en Wuhan en 2016-2019 que probablemente causó la pandemia de Covid-19, se haya realizado imprudentemente sin la contención mínima de bioseguridad y las prácticas esenciales para la investigación con patógenos pandémicos potenciales", agregó Ebright.
A pesar de esto y con respecto a la mortalidad, algunos científicos aseguran que los efectos no serían los mismos sobre la población humana, pues una situación similar se vivió con la cepa original de COVID, cuando murió el 100% de los ratones, pero tuvo efectos distintos sobre la ciudadanía.
¿En qué consistió el experimento de la nueva cepa "mutante" de COVID-19?
Se trata de GX_P2V, una versión del "coronavirus pangolín", y que está siendo utilizado por expertos para experimentar con ratones humanizados.
Según un informe publicado por bioRxiv, las pruebas realizadas determinaron que existe un 100% de mortalidad y que esta cepa atacó el cerebro de los animales, los que fallecieron a los 8 días.
Además, el nuevo virus infectó otros órganos como pulmones, huesos, ojos y tráquea.
Si bien los resultados del estudio no muestran cómo afectaría este virus a los seres humanos, su propagación representa potenciales riesgos y peligros para la ciudadanía.
En detalle, el virus parte infectando el sistema respiratorio, para luego migrar al cerebro.