Tras su arribo al Vaticano, el arzobispo de Santiago, cardenal Fernando Chomalí, aseguró este jueves que entre los líderes religiosos que están llegando a Roma para participar en el funeral del papa Francisco y en el posterior cónclave para elegir a su sucesor "hay dolor y esperanza".
Chomalí es uno de los cardenales que poco a poco van llegando a la capital italiana y que este jueves participan en la tercera congregación, la reunión de los purpurados para preparar los próximos pasos. Junto a él, está el también cardenal chileno Celestino Aos, quien cumplió 80 el pasado 6 de abril y no entrará en la Capilla Sixtina.
Muchos ya se encuentran en la Casa Santa Marta, la residencia donde vivirán durante el cónclave, cuya fecha de inicio se tendrá que decidir, a partir del 5 de mayo, pero otros arribaron caminando por la calle que rodea la columnata de San Pedro para entrar en el Vaticano y acceder al Aula del Sínodo.
Francisco "nos ha dejado un mensaje de paz y amor, de comunión y hermandad extraordinario y tenemos que pensar mucho en él y pensar cómo nosotros en nuestra propia vida podemos hacer lo que él ha hecho en su vida", explicó a los medios al entrar en la reunión el arzobispo chileno.
Chomalí confesó que le emociona lo que se está viviendo en San Pedro con "tanta gente que le quiere". "Es muy triste pero se va adelante", añadió.
Y sobre el clima que se vive en estos días, aseguró: "Dolor, pero también esperanza".
El arzobispo emérito de Agrigento, en Sicilia, Francesco Montenegro, de 78 años, aseguró que los cardenales "están desarmados" tras la muerte de Francisco y a los fieles les dijo: "Hay que continuar a tener esperanza, los últimos tres papas fueron un don y no creo que Dios se vuelva para otro lado".
El cardenal italiano Fernando Filoni, uno de los más veteranos de la Curia, con 79 años, entró de lleno en uno de los temas que preocupan en estos primeros compases que es la participación del italiano Giovanni Angelo Becciu en el cónclave, ya que fue despojado de sus prerrogativas como purpurado por Francisco tras sus problemas judiciales, asegurando que entrará.
"Será discutido, es algo que se tendrá que estudiar (en las congregaciones)", explicó Filoni.
Sin pronunciar una palabra llegó al Vaticano el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal italiano Pierbattista Pizzzaballa, incluido en todas las listas de papables.