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El abrazo que no ocurrió: única hermana viva de Francisco no volvió a verlo tras convertirse en Papa

"Créeme que estamos abrazados. A pesar de las distancias estamos muy abrazados", dijo María Elena Bergoglio en un mensaje a su hermano.

24horas.cl

María Elena Bergoglio

Lunes 21 de abril de 2025

El Papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a los 88 años sin jamás volver a sus tierras natales en Argentina, desde que fue elegido como el líder de la Iglesia Católica en el 2013. 

Una decisión que significó un gran dolor para los fieles de su país, pero más en específico para María Elena Bergoglio, su única hermana con vida quien nunca más pudo verlo desde el inicio de su periodo en Roma, dejándole como recuerdo un abrazo que jamás se concretó. 

"Hablamos una vez por semana, nos escribimos cartas... hasta hace poco él cocinaba cuando nos veíamos. Le encantaban sus calamares rellenos y el risotto de hongos que aprendió de nuestra abuela italiana", contó María Elena en La Nación, hace más de 10 años. 

No obstante, a pesar de que tenían una gran relación, la mujer nunca pudo viajar a verlo. El paso del tiempo debilitó su salud y le impidió viajar al Vaticano para reencontrarse con él, según consignó Los Andes.

Pero, más allá de la distancia, encontraron la manera de estar juntos en espíritu. Según detalló el medio, en el 2019 el artista Gustavo Massó le regaló al papa Francisco una de sus ofrendas más preciadas: una escultura de la mano de María Elena y un mensaje. 

"Mirá que me gustaría estar con vos y abrazarte. Créeme que estamos abrazados. A pesar de las distancias estamos muy abrazados", decía el grabado en la escultura. 

El Papa Francisco no volvió a ver a su hermana, pero hasta el último de sus días conservó su mano sobre su escritorio el Vaticano, consignó el medio.

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