A los nueve perdió su pierna izquierda producto de un cáncer. Hoy, a sus 34 años, Julio Soto está enfocado en lograr las principales cumbres de Chile y la región. “Lo hago por el resto de las personas con discapacidad, para que sientan que no están solas en su lucha. Para que sepan que se pueden desafiar a si mismos. Yo no solo se los digo, se los estoy demostrando”, señala.
Para dimensionar los logros de Soto, El Plomo es el cerro más alto de Santiago (5.424 mts); Los Ojos del Salado el volcán más alto de América (6891 mts); y el Aconcagua (6960 mts), su meta final, la cumbre más alta de América.
Equipado con dos bastones, acaba de lograr -hasta ahora- la cumbre más alta en su curriculum: El Plomo, cima desde la que se puede visualizar todo Santiago. “En el día a día uso una prótesis. Pero para subir la montaña lo hago sin, así me siento más libre”, explica.
“Fue una gran aventura de tres días. Logramos llegar a una cumbre de 5.424 metros de altura”, comenta respecto al logro de El Plomo, a lo que agrega: “Estamos entrenando desde marzo de 2023 y tenemos como meta el Aconcagua. Lo primero fue entrenar la parte técnica. Ahora estamos centrados en hacer altura. Logramos el Plomo y ahora vamos por el Ojos del Salado, el volcán más alto de América. Vamos paso a paso, desbloqueando etapas”, aduce.
El compañero en esta aventura es el guía de montaña, Alejandro Calvo, quien respecto a Julio señala: “Es un tipo salvaje, tiene una fuerza mental única. Se propuso llegar al Aconcagua. Pero antes debemos lograr el Ojos del Salado, por el que vamos este fin de semana, en una travesía que durará 10 o 12 días”, comenta.
En cada cumbre que realiza Julio Soto lo acompaña el realizador Vicente Fernández, que tiene la misión de realizar un documental luego de que se cumpla el recorrido completo.
Julio Solo, de 34 años, representó a Chile en los juegos paralímpicos de Corea del Sur y se retiró en 2019. Actualmente trabaja como traumatólogo y también da charlas motivacionales. Al respecto agrega: “Si yo me imagino la montaña sin límites, ustedes también pueden imaginarse la suya. Ahora tienen que pensar cuál es su montaña, aquello que se ve tan lejos y tan imposible”, sentencia.