La crisis que vive el fútbol chileno es total. No sólo la seguridad, hoy en la palestra tras la tragedia ocurrida en el estadio Monumental, sino también graves problemas administrativos tienen a la figura del presidente de la ANFP, Pablo Milad, profundamente cuestionado.
"Por eso pareció una broma la iniciativa de una universidad de la región del Maule, que anunció una charla sobre “liderazgo estratégico” y “administración con visión” a cargo del presidente de la ANFP, Pablo Milad, el mismo que ha negado el estado terminal de la actividad, y encabezado una gestión mediocre y precisamente carente de iniciativas para sacar a la actividad de su mal momento", apuntó el periodista Fernando Tapia en una columna en radio Pauta.
Y es que las consecuencias han sido dramáticas para la actividad en general, pero aún más para ciertos equipos que apenas logran sobrevivir, como es el caso de Arturo Fernández Vial.
"Hay dos clubes en el sur del país que permanecen en un estado agonizante. Dos claras muestras de la irresponsable e insensible que puede ser la acción de un modelo, el de las sociedades anónimas, que se suponía iban a ser un paradigma de una administración seria y profesional. Lo del club Arturo Fernández Vial es para llorar. Un equipo con más de 100 años de historia, un grande de la región del Biobío, y que hoy se encuentra en receso, sobreviviendo sólo con partidos amistosos, luego de una deplorable gestión a cargo de un inversionista argentino, sospechado de actuar bajo las instrucciones de Bragarnik, el poderoso representante de futbolistas", señaló.
"Hoy el equipo aurinegro se encuentra sin poder competir, tras ser sancionado por faltas administrativas por no pago de sueldos y cotizaciones, descendido al fútbol amateur, y en medio de una controversia judicial, luego de la irrupción de la corporación de socios que ha pretendido reclamar su derecho de recuperar el control del club por sobre la sociedad anónima. Mientras tanto, los hinchas sufren y palpan el abandono de la autoridad central", agregó.
"Duele el sur, duele el fútbol chileno"
En la misma línea, Tapia detalló que "algo similar están viviendo los fanáticos de Deportes Linares, equipo de la Segunda División Profesional. Apenas días antes del inicio del campeonato, el controlador del club, el ex jugador Jaime Valdés, informó que no estaba dispuesto a poner un peso más, y simplemente abandonó el proyecto. En Linares dicen que los dejó botados, eludiendo sus responsabilidades societarias".
"Sólo la heroica acción de los socios, encabezados por una mujer, la presidenta de la Corporación, Mariela Vásquez, permitió movilizar a la comunidad, alcanzando en tiempo récord el dinero para pagar la garantía y evitar la desafiliación. Han hecho rifas, solicitado donaciones e incluso ellos mismos le cocinan a los jugadores, buscando cumplir con las condiciones mínimas para darle continuidad al club de sus amores. Todo sin pedir ni cobrar nada a cambio, sólo por amor a la camiseta. Hinchas que si podrían dar la charla de liderazgo que pretendió dictar Milad. Duele el sur, duele el fútbol chileno", concluyó.