El Tribunal en lo Criminal N°3 de San Isidro, provincia de Buenos Aires, tomó la decisión de apartar a los abogados Rodolfo Baqué y Martín Miguel De Vargas de la defensa del enfermero imputado, Ricardo Almirón, quien será representado por Franco Chiarelli.
Ambos juristas, desde un primer momento, defendieron a la enfermera Gisela Madrid -otra de las imputadas en la causa, que será juzgada en un proceso aparte- y se sumaron a la representación de Almirón el martes 11 de marzo, a poco de comenzar el juicio por la muerte de Diego Maradona.
La decisión del Tribunal se basó en una declaración que el abogado realizó antes de asumir la defensa de Almirón: "A Maradona lo mataron y no fue (Gisela Dahiana) Madrid”. Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach decidieron que los dichos de Baqué apuntaban contra su propio defendido.
"Me quieren callar porque dije que a Maradona lo mataron”, protestó Baqué y agregó que nunca había hablado en contra de su defendido, ni contra los imputados Forlini, Perroni o Di Spagna. "Nombré a personas que yo no defiendo", dijo en alusión al médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, principales acusados.