La segunda semifinal de la Copa América 2024 entre Uruguay y Colombia terminó en escándalo luego que algunos jugadores charrúas protagonizaran una violenta pelea con hinchas cafetaleros en una de las tribunas del Bank Of America Stadium de Charlotte, Carolina del Norte.
Darwin Núñez, Ronald Araujo y José María Giménez fueron algunos de los futbolistas implicados en los incidentes. El delantero del Liverpool trepó hasta el lugar para enfrentarse con los fanáticos, mientras que el capitán charrúa explicó que su reacción se debió a que sus familias se encontraban en el lugar, incluidos los bebes de ambos jugadores.
No obstante, los futbolistas arriesgarían duras sanciones por lo ocurrido. Y es que según informó el sitio mexicano Mediotiempo, los jugadores podrían ser suspendidos como mínimo dos partidos.
De acuerdo al artículo 12 del Código de Disciplina de la Conmebol, se podría aplicar una "suspensión como mínimo de dos partidos en la competición o por un periodo de tiempo específico por conducta violenta o por agredir a jugadores, o a cualquier otra persona presente en el partido, excepto a sus oficiales".
Sin embargo, una vez finalizada la investigación de la Conmebol, el castigo podría ser aún mayor, especialmente para Núñez quien luego fue captado lanzando una silla a los aficionados.