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Violencia en el pololeo: Cómo detectar las señales de agresión

De acuerdo a las últimas estadísticas del Injuv, el 17% de los jóvenes dice haber vivido violencia en sus relaciones de pareja.

24horas.cl

Violencia en el pololeo. Foto: Agencia Uno.

Jueves 8 de febrero de 2024

Esta semana se conmemoró en Chile el Día Nacional Contra la Violencia en el Pololeo, hito que se estableció a raíz de la muerte de Antonia Garros en 2017, cuando la joven se quitó la vida luego de vivir dos años de violencia en su relación de pareja.

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Aunque el Día Nacional Contra la Violencia en el Pololeo en Chile se instauró hace solo tres años, la importancia del tema está presente cada día entre los jóvenes.

Las cifras de la violencia en el pololeo

Las últimas estadísticas a nivel país que sondean la violencia en el pololeo están en la Encuesta Nacional de Juventudes del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) realizada en 2022. Allí se indica que el 17.6% de las y los jóvenes que contestaron el estudio declararon haber sufrido algún tipo de violencia en su relación de pareja.

Lo anterior es un incremento de dos puntos respecto a la misma encuesta aplicada en 2018.

 El estudio también muestra un panorama negativo en general: en 10 años la violencia se ha incrementado en todas las situaciones que afectan a parejas entre personas jóvenes.  

  • Violencia psicológica: 14,4% de los jóvenes la ha vivido en el pololeo. 
  • Violencia física en el pololeo: 7.2%. 
  • Violencia sexual en el pololeo: 3,1%
  • Violencia cibernética en el pololeo: 5,7%. 
  • Violencia económica en el pololeo: 3,2%

Uno de los datos que más llama la atención es que el 12,8% afirma que en algunas ocasiones las mujeres tienen actitudes que justifican la violencia de sus parejas.

Señales de violencia en el pololeo

El objetivo de conmemorar el Día Contra la Violencia de Género es deslegitimar todo acto de violencia que pueda surgir en alguna relación afectiva. Además, promover las acciones de reflexión y la toma de consciencia ante este tipo de conductas.

Pero la violencia no es algo que siempre sea fácil de identificar, muchas veces solo se considera violencia a las agresiones físicas y se invisibilizan las psicológicas. 

El proyecto "Hablemos de todo" del Injuv indica cómo darse cuenta de ciertas señales de violencia: 

  • No te sientes libre de pensar, de decidir, de actuar ni valorar, es decir, sentir la necesidad de consultarlo todo antes con la pareja, ya que está el pensamiento de “qué pensaría él o ella o cómo va a reaccionar”.  
  • No disponer de tu propio dinero, ya que la pareja es quien lo maneja y decide para qué y en qué gastarlo.  
  • No puedes vestir como quieres, es decir, preocupación por mostrar el cuerpo.  
  • No puedes llegar a la hora que desees a casa, pides permiso cuando sales o das explicaciones cada vez que quieres salir.  
  • Tienes un sentimiento de culpabilidad constante, toda la responsabilidad cae sobre ti, siendo siempre la única persona responsable de lo que ocurre.  
  • No puedes dar un punto de vista sobre algo o bien tomar una decisión sin que la otra persona no sienta parecido, además, cuando se intenta presentar una opinión se siente miedo e incluso se cuestiona el propio punto de vista o decisión.  
  • No te sientes valorada o valorado, te chantajea y reprocha, viviendo con miedo ante reacciones o temes en la forma en que la pareja se tome las cosas.  
  • No se tiene tantos amigos o amigas como antes, las personas que ejercen violencia suelen alejar amistades, pasando de ser una persona rodeada por un círculo de amistades, a reducir el círculo al mínimo, además no se siente la confianza de contarle al entorno nada al respecto de problemas de pareja. 

A nivel legislativo en marzo de 2020 se promulgó la Ley Gabriela, la cual amplía el marco legal del femicidio, reconociendo también agresiones que se dan en un contexto de parejas sin convivencia o pololeo. 

Luego, en 2022 se promulgó la Ley Antonia, por Antonia Garros. Esta legislación incorpora como delito el suicidio femicida.

Además mejora las garantías procesales, protege los derechos de las víctimas de delitos sexuales y evita la revictimización.