En un mundo cada vez más conectado, garantizar un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal es clave para las empresas y para el bienestar de sus colaboradores. Sin embargo, un estudio realizado por Mercer Chile revela que el 63% de las empresas en Chile aún no ha implementado una política formal de desconexión digital, a pesar de ser un derecho laboral.
Por otro lado, un 75% de las compañías reconoce que sus colaboradores responden correos fuera del horario laboral, incluso en aquellas organizaciones que cuentan con una política en la materia. Ante esto, Agustina Bellido, Líder de Carrera de Mercer Chile, advierte: “Esta falta de regulación interna responde, en muchos casos, a la ausencia de herramientas tecnológicas para monitorearlo o a la falta de promoción de una cultura de desconexión. Sin embargo, su implementación podría traer múltiples beneficios, como la reducción del estrés y el burnout, la mejora del ambiente laboral y un impacto positivo en la salud mental de los trabajadores”.
En Chile, la Ley de Teletrabajo y Trabajo a Distancia establece un mínimo de 12 horas de desconexión digital en un período de 24 horas, lo que significa que los trabajadores, bajo esta modalidad, no están obligados a responder órdenes u otros requerimientos fuera de ese horario.
Pero, ¿por qué algunas empresas aún no han avanzado en la implementación de una política de desconexión digital? Según el sondeo, el 39% de las empresas señala que simplemente no lo ha considerado, mientras que un 23% afirma estar a la espera de lineamientos corporativos globales.
Además, el informe evidencia que la modalidad híbrida sigue predominando, con un 83% de las empresas adoptando este modelo. Sin embargo, Bellido advierte que su permanencia en el tiempo es incierta: “Lo que hace unos meses parecía un modelo consolidado, hoy es incierto. En Latinoamérica, especialmente en Chile, hemos observado un retroceso en la adopción del trabajo híbrido. Pese a esta cifra, es complejo asegurar que el trabajo híbrido llegó para quedarse. Seguramente, en ciertas industrias, geografías y para ciertos roles, la respuesta sea más clara”.
Según lo señalado por Bellido, este retroceso se refleja en que un 17% de las empresas planea volver completamente a la presencialidad en los próximos seis meses, mientras que un 38% aumentará los días de trabajo en oficina.
Flexibilidad laboral y sesgos sobre la presencialidad
A pesar de estos cambios, el teletrabajo sigue siendo valorado por muchos colaboradores. El estudio destaca que los trabajadores con cargos administrativos y profesionales son quienes más disfrutan de esta modalidad, con un 51% trabajando dos días a la semana de manera remota. Además, en la mayoría de los casos (52%), la decisión sobre los días de teletrabajo es tomada en conjunto entre el trabajador y jefatura, mientras que en un 29% es definida exclusivamente por la empresa.
A pesar de la consolidación del modelo híbrido, algunas empresas aún asocian la presencialidad con un mejor desempeño. Entre las principales razones para el retorno completo a la oficina destacan mayor fluidez en la comunicación, el fortalecimiento del trabajo en equipo y el aumento en la productividad. Sin embargo, Bellido advierte que “esta percepción está influenciada por un sesgo que asocia la presencia física con mayor eficiencia, cuando en realidad factores como la cultura organizacional, el liderazgo y la tecnología también juegan un rol determinante”.
En un contexto donde la flexibilidad laboral sigue evolucionando y las empresas buscan equilibrar productividad y bienestar, la desconexión digital parece ser cada vez más valorada por los trabajadores.