En la formalización de los tres venezolanos detenidos por el asesinato del teniente Emmanuel Sánchez en Quinta Normal se entregó un dato importante respecto al cuarto de los ocupantes del auto fiscalizado por el carabinero y que finalmente murió en el lugar.
De acuerdo con la exposición del fiscal Felipe Olivari, el sujeto, identificado como Julio César González Vargas, quien era el conductor del auto, también venezolano y con orden de expulsión de 2020, no habría muerto por los disparos del ahora mayor de Carabineros, sino que por balazos percutados por sus propios compañeros.
“La causa de muerte está asociada a la salida de dos proyectiles balísticos, en formato único en el tórax y en el miembro superior derecho”, comenzó relatando el persecutor.
“Esto es importante, el proyectil balístico toráxico describe una trayectoria de posterior a anterior, de izquierda a derecha y ligeramente ascendente. Nosotros vemos que en todo momento el funcionario policial está frente al conductor y está ubicado más arriba que él, el otro siempre está agachado y en una posición inferior, por lo tanto, sin perjuicio que aún no tenemos la certeza, lo más probable que incluso, el conductor del vehículo haya muerto por los disparos que proporcionaron las personas que estaban dentro del auto y no el funcionario”, expuso.
Consultado por el magistrado si las municiones eran coincidentes con las armas de los delincuentes, Olivari respondió: “Por la trayectoria que nos habla el examen de Labocar sin perjuicio que nos faltan los peritajes definitivos”.
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