Este lunes, el Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) eligió a Claudio González (87) como Premio Nacional de Derechos Humanos 2024.
El Consejo se inclinó por el director ejecutivo de la Fundación de Ayuda Social a las Iglesias Cristianas (FASIC) debido a su labor en defensa de la memoria, la búsqueda de verdad y justicia, la reparación y las medidas de no repetición para las víctimas de la dictadura.
Enterado de la noticia, González señaló que “este es un reconocimiento a todo FASIC y a todos quienes hemos estado directamente desde las distintas organizaciones. Yo soy un trabajador más de derechos humanos”.
Trayectoria del ganador
Claudio González formó parte del Consejo del INDH entre 2010 y 2016, que marcó el nacimiento del Instituto, en uno de los cuatro puestos elegidos por el Registro de Organizaciones de la Sociedad Civil del INDH. Nacido en Concepción el 14 de octubre de 1936, estudió en el Instituto Nacional, donde en 1955 recibió el Premio Silva Piderit al Mejor Institutano. En 1960 ingresó a trabajar a Fundación Mi Casa, abriendo una casa en Valdivia y desarrollando su actividad en Temuco y Santiago.
En 1973, pocos días después del golpe, empezó a trabajar en el Comité Nacional de Ayuda a los Refugiados (CONAR). Ese mismo año obtuvo su título como profesor de Filosofía. CONAR fue una de las primeras instancias de las iglesias cristianas para proteger a personas perseguidas por la dictadura tras el quiebre de la democracia. Claudio González se sumó así al equipo liderado por el obispo luterano Helmut Frenz.
Nacimiento de FASIC
Luego, en 1975 se convirtió en secretario ejecutivo la FASIC, cuya primera tarea fue trabajar por las personas que en virtud del Decreto 504 de la dictadura tuvieron conmutadas penas dictadas por tribunales militares por extrañamiento. El primer equipo de FASIC lo integraron cinco personas, incluyendo a Claudio González.
En los años siguientes, su capacidad articuladora se extendió a otros ámbitos del acompañamiento de las víctimas. Destaca aquí el programa iniciado en 1977 para la salud mental, para acoger a personas torturadas, así como a familiares de detenidos desaparecidos, ejecutados y ex detenidos. González conoció directamente la realidad de los centros de prisioneros, porque tuvo permiso para ingresar al recinto de Tres Álamos.
Durante la década de los 80 recorrió Chile conociendo la situación de las personas a las que la dictadura tenía relegadas. También viajó fuera del país buscando lugares de acogida para quienes sufrían el exilio, abriendo la ruta de la solidaridad internacional.
Trabajo desde 1990
Una vez recuperada la democracia, la labor de González se extendió a nuevos ámbitos. FASIC se transformó en la organización que apoyó a organizaciones de derechos humanos una vez que cerró la Vicaría de la Solidaridad. Esta labor se replicó también como querellante en las causas por crímenes perpetrados por agentes de la dictadura.
El trabajo que realizó profundizando los lazos entre las iglesias cristianas le permitió ayudar a la generación de nuevas instancias destinadas a dar cuenta de las demandas por derechos vulnerados. Es así como la labor con personas migrantes y refugiadas es una de sus prioridades, creando programas en su apoyo en Arica, Iquique, Antofagasta y Santiago.
Actualmente, Claudio González lidera el sitio de Memoria FASIC porque en 2003 el archivo de la Fundación, así como su centro documentación recibieron el reconocimiento de la UNESCO como parte del programa de Memoria del Mundo y Patrimonio de la Humanidad.