El telescopio espacial Webb de la NASA/ESA/CSA observó, con un detalle sin precedentes, la estrella Wolf-Rayet WR 124, un raro preludio del famoso acto final de una estrella masiva: la supernova.
Un halo distintivo de gas y polvo enmarca la estrella y brilla en la luz infrarroja detectada por Webb, mostrando una estructura nudosa y un historial de eyecciones episódicas.
La rara vista de una estrella Wolf-Rayet, una de las más luminosas, más masivas y más detectables brevemente, fue una de las primeras observaciones realizadas por el Telescopio Espacial James Webb, que muestra con un detalle sin precedentes con sus potentes instrumentos infrarrojos.
La estrella está a 15.000 años luz de distancia en la constelación de Sagitario y tiene 30 veces la masa del Sol y ha arrojado material por valor de 10 soles, hasta ahora.
Es así como Webb abre nuevas posibilidades para estudiar detalles en el polvo cósmico, que se observa mejor en longitudes de onda de luz infrarrojas.