Un estudio determinó que los hongos se comunican entre ellos mediante señales eléctricas, algo que se hace más intenso tras las lluvias.
El trabajo, publicado en la revista Fungal Ecology, revisó la respuesta de los hongos Ectomicorrízicos, conocidos por conectarse y nutrirse de los árboles, a diversos estímulos.
Tras las pruebas lograron determinar que al exponerse al agua, su grado de comunicación con los árboles a su alrededor aumentaba.
Para estos estudios, expertos de la Universidad Tohoku de Japón analizaron la especie Laccaria bicolor en los suelos de un bosque colocando electrodos a un grupo de seis hongos, descubriendo que las señales eléctricas incrementaban después de la lluvia.
De acuerdo a lo indicado por el investigador del Instituto Milenio de Biología integrativa (iBio), Wladimir Mardones, "las microrrizias tienen una función simbiótica a las plantas a las cuales están adosadas, ya que le permiten a estas acceder a agua y otros nutrientes que de por sí no pueden utilizar, pues no tienen la capacidad metabólica para hacerlo".
Asimismo agregó que estos transforman "esos nutrientes y los transmite al vegetal de una manera utilizable. Además el hongo llega a partes más profundas, donde las raíces no alcanzan. Eso en condiciones adversas como sequía es crucial".
En base a lo anterior, los expertos concluyen que estos microorganismos pueden coordinarse, pudiendo interactuar con la planta y al mismo tiempo con otras al propagar sus señales electricas. En este sentido, el mayor potencial de estos hallazgos es entender cómo estas interacciones permiten a un nicho ecológico permanecer en el tiempo.
"Los distintos organismos en los bosques se relacionan de manera muy compleja. Por eso, no sólo basta volver a plantar árboles en un sector, también hay que entender como otros microorganismos como los hongos influyen en su capacidad de perdurar a través de los años", agregó Mardones.