En tiempos donde cada vez es mayor la cantidad de información digital, el cómo resguardarla y tener una "higiene digital" resulta clave.
Al igual que nos cepillamos los dientes y nos lavamos las manos para mantener el bienestar físico, hacer respaldos regulares de nuestros activos digitales es crucial para protegernos en el mundo en línea. Se trata de practicar cuidados preventivos para nuestros datos, ayudando a garantizar su seguridad y accesibilidad, y en última instancia, encontrar tranquilidad.
Afortunadamente, encontrar tranquilidad a través de un respaldo adecuado es más fácil de lo que piensas. Aquí hay algunos pasos clave para empezar:
Identifica lo que importa:
Empieza por entender qué datos son más valiosos para ti. Esto podría incluir documentos personales, registros financieros, fotos, videos, archivos de trabajo y todo lo que sería irremplazable si se perdiera.
Elige una solución de respaldo:
Hoy en día, hay una amplia gama de opciones de respaldo disponibles. Los servicios de almacenamiento en la nube ofrecen respaldos convenientes y automáticos, mientras que los discos duros externos proporcionan un control más local. Elige una solución que se adapte a tus necesidades y presupuesto. Es recomendable seguir la estrategia de respaldo 3-2-1: tener tres copias de tus datos en dos tipos diferentes de medios con una copia almacenada fuera del sitio para la recuperación de desastres. Tomemos como ejemplo tus fotos familiares: la primera copia es tu archivo original y se queda en el dispositivo de almacenamiento original, como un WD My Book. La segunda copia se respalda en un tipo diferente de solución de almacenamiento, como un WD My Passport, un disco duro portátil. Por último, querrás una copia fuera del sitio, así que subes tu tercera copia de tus fotos familiares a tu proveedor de almacenamiento en la nube preferido.
Los discos duros portátiles como My Passport de WD ofrecen hasta 5TB* de almacenamiento para respaldos simples y rentables, y los discos de escritorio, como My Book de WD, ofrecen hasta 22TB de almacenamiento.
Establece un horario de respaldo:
¡No esperes a que ocurra un desastre! Establece un horario regular de respaldo, ya sea diario, semanal o mensual, según la frecuencia con la que cambien tus datos.
Automatiza el proceso:
La automatización es tu amiga. La mayoría de las soluciones de respaldo ofrecen programación automática, asegurando respaldos consistentes sin intervención manual.
Prueba tus respaldos:
Prueba regularmente tus respaldos para asegurarte de que funcionen correctamente y sean accesibles cuando los necesites. Este es un paso crucial para evitar tener una falsa sensación de seguridad.
Ve más allá de lo básico:
Considera medidas de seguridad adicionales como la encriptación para proteger tus datos contra accesos no autorizados, especialmente para información sensible.
Recuerda, el respaldo es un proceso continuo, no un evento único. A medida que evoluciona tu vida digital, también debe hacerlo tu estrategia de respaldo. Revisa regularmente tus necesidades, ajusta tu horario y considera incluir nuevas fuentes de datos según sea necesario.
Al priorizar la higiene digital e implementar un plan de respaldo sólido, no solo estás protegiendo tus datos; estás invirtiendo en tranquilidad. Tomar medidas hoy puede evitar el dolor de mañana. Así que toma el control de tu bienestar digital y abraza la confianza que viene con saber que tus valiosos datos están seguros y protegidos.