Un grupo de especialistas de Estados Unidos publicaron un estudio sobre una hormona que permitió revertir los efectos de la borrachera en ratones de una manera mucho más acelerada.
Representantes del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas indicaron que la hormona llamada factor de crecimiento fibroblastos (FGF21) protegió a los animales de prueba contra la pérdida de equilibrio y del reflejo de enderezamiento producido por el consumo de alcohol.
Según dijo el coautor del estudio, Steven Kliewer, "hemos descubierto que el hígado no sólo interviene en el metabolismo del alcohol, sino que también envía una señal hormonal para protegerlo de los efectos nocivos de la intoxicación, como la pérdida de conciencia y coordinación".
Además, Kliewer aseveró que gracias a este estudio "hemos demostrado además que aumentando aún más las concentraciones de FGF21 mediante inyección, podemos acelerar drásticamente la recuperación de la intexicación. El FGF21 lo consigue activando una parte muy específica del cerebro que controla el estado de alerta".
De acuerdo con el informe, el FGF21 estimuló el despertar de la intoxicación sin modificar la descomposición del etanol, mientras que los ratones que carecían de la hormona tardaron más que sus compañeros en recuperar el reflejo de giro a la derecha y el equilibrio tras el consumo de alcohol.
La inyección de FGF21 redujo el tiempo necesario para que los sujetos de prueba se recuperaran de la inconsciencia y la falta de coordinación muscular, pero no contrarrestó la sedación causada por la ketamina, el diazepam o el pentobarbital. Esto último confirma que la hormona funciona directamente relacionada con el consumo de etanol.
El principal coautor del estudio, David Mangelsdorf, señaló que sus investigaciones "revelan que el cerebro es el principal lugar de acción de los efectos del FGF 21. Ahora estamos explorando en mayor profundidad las vías neuronales por las que el FGF21 ejerce su efecto aleccionador", consignó Europa Press.