Es difícil percibirlo desde la Tierra, pero la Luna se encoge paulatinamente conforme se enfría. Así lo reveló un estudio de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, el cual fue publicado en la reconocida revista científica Planetary Science Journal.
La investigación dio a conocer que el satélite natural reduce su tamaño en aproximadamente 45 metros cada varios cientos de millones de años. Y si bien no es precisamente rápido, los científicos indican que este fenómeno podría estar provocando desprendimientos de tierra y sismos cerca del polo sur lunar.
Esto significa que la Luna se estaría reduciendo su tamaño en la misma zona donde la NASA planea aterrizar sus próximas misiones.
A modo de ejemplo, los autores de la publicación explicaron que "de la misma manera que una uva se arruga cuando se reduce a una pasa, la Luna también desarrolla arrugas a medida que se encoge.Pero a diferencia de la piel flexible de una uva, la superficie lunar es frágil, lo que provoca que se formen fallas donde las secciones de corteza chocan entre sí".
Un riesgo para los humanos
Estos eventos podrían devastar asentamientos humanos hipotéticos en la Luna, debido a la naturaleza seca y polvorienta de su superficie, que ha sido bombardeada por asteroides y cometas a lo largo de miles de millones de años.
"Según nuestras simulaciones, es posible que ocurran sismos lunares superficiales en la región polar sur, capaces de generar fuertes movimientos del suelo, ya sea por deslizamientos en fallas existentes o por la creación de nuevas fallas de empuje", explica Tom Watters, científico planetario del Smithsonian Institution.
De acuerdo con un comunicado oficial, el instrumento fotográfico del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) ha verificado la existencia de este fenómeno al identificar miles de fracturas de edad reciente y tamaño reducido dispersas por la corteza de la Luna.
Estas se manifiestan en forma de formaciones geológicas que recuerdan a acantilados, pareciendo escalones sobre la superficie del satélite.
El problema en la superficie
El geólogo Nicholas Schmerr de la Universidad de Maryland, afirma que "durante miles de millones de años, ha sido bombardeada por asteroides y cometas, cuyos fragmentos angulares son expulsados constantemente por los impactos".
"Esto hace que el material de la superficie, que varía desde micrones hasta el tamaño de grandes rocas, esté muy poco compactado. Esta condición favorece la ocurrencia de temblores y deslizamientos de tierra", agrega