Los grandes libros con cuentos para cada día se van quedando cada vez más tiempo en la repisa, mientras los tablet y otros aparatos tecnológicos van ganando espacio. En la nueva era, los cuentos digitales, con grandes dibujos en HD, además de una narrativa donde el lector va eligiendo y dirigiendo la historia, son la moda.
“En los cuentos interactivos, el niño va eligiendo hacia dónde va la historia y, por lo tanto, se siente parte del relato. Esto tiene que ver con la forma de narrar, de contar historias y de incentivar a una generación que no está necesariamente acostumbrada a la lectura”, señala Guillermo Bustamante, coordinador de la carrera Comunicación Digital y Multimedia de la Universidad del Pacífico.
Los cuentos en formato digital mejoran la experiencia de lectura de los niños al tener excelentes animaciones, efectos de sonido y música original. “El niño actual se acostumbra mucho más fácil a generar y a tener cosas donde él tiene el control. En ese sentido, los cuentos infantiles interactivos cumplen con ese anhelo. Hoy los menores son nativos digitales, nacieron con la tecnología, por lo que los cuentos también tienen que evolucionar y ser más interactivos. Generan más atención de los niños, porque los personajes se mueven, hay música, etc.”, explica el experto.
¿Cómo obtenerlos?
En la web hay diversas alternativas como PlayTales, una librería digital de cuentos interactivos para niños de 1 a 11 años, que ya cuenta con más de 5 millones de lecturas mensuales; NiceTales, aplicación de cuentos infantiles con ilustraciones; SoyoInterctive, apps que junta cuentos infantiles con lo atractivo de los videojuegos; y DADA Company, editorial digital que desarrolla apps con cuentos interactivos.
Para los nostálgicos, existen los cuentos más tradicionales convertidos a lo digital e interactivo y también nuevas creaciones desarrolladas ya en la plataforma actual. Los cuentos que más destacan son: La historia de la Caperucita Roja, Cuento Interactivo Otto, Marina y luz (cuento interactivo sin palabras, en el que son los propios niños los que crean la historia según las imágenes que se van mostrando), ¡A la cama! y Frozen.