Es común que dado los tiempos en los que vivimos comer pase a ser muchas veces un mero trámite, el que realizamos con el mayor apuro posible, ya sea por el poco tiempo que existe para comer y la gran cantidad de tiempo que se gasta en otras cosa como desplazamientos o exceso de trabajo. Es por esto que en lo que menos pensamos es en cómo y cuánto masticamos la comida, pero aunque parezca secundario es un punto muy importante.
El proceso de masticar es vital para lograr una buena digestión, por lo que los especialistas recomiendan hacerlo la mayor cantidad de veces posible, para que de esta manera nuestro organismo funcione de manera adecuada.
"Masticar bien supone conseguir una adecuada fragmentación del alimento ingerido para que pueda deglutirse adecuadamente, y que se pueda mezclar con los jugos salivares para dar comienzo a la digestión. Se conoce desde hace tiempo que el masticar lentamente, y en un número elevado de veces, facilita completar esta fragmentación del alimento", dice el doctor Francisco José García Fernández, vocero de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), según publica TN.
Según aclaró el especialista un estudio de "Experimental Biology Conference'" determinó que masticar más de 40 veces tenía un claro beneficio, provocando una mayor sensación de saciedad, por consiguiente menor apetito y una menor ingesta global. Además se demostró un incremento en las absorción de nutrientes.
Las consecuencias de no realizar bien la acción de masticar puede causar aumento de peso, ya que al masticar poco y comer rápido se tiene menor sensación de saciedad y se come en mayor cantidad, a lo que se suma que el cuerpo trabaja más para digerir los alimentos, lo que puede producir molestias digestivas como pesadez, distensión abdominal, gases y digestión pesada.