Aunque miles de personas cada día se besan en reiteradas ocasiones, la mayor parte del tiempo olvidamos que en este contacto se traspasan cientos de bacterias a través de nuestra saliva que pueden provocar enfermedades.
La mononucleosis es una de estas patologías y por eso es conocida como la “enfermedad de los besos”, que se presenta generalmente en la adolescencia.
Es una infección viral producida por el virus de Epstein Barr que se transmite a través de la saliva de manera directa o indirecta, es común que se de en la población más joven. Se puede adquirir por compartir desde cubiertos y vasos hasta por los besos .
¿Cuáles son los riesgos de padecer la mononucleosis?
El médico Andrés Lanas, especialista en Otorrinolaringología de la Clínica Las Condes, se refirió a este malestar que tiene similitudes con un resfrío común y que a veces se confunde con la amigdalitis purulenta.
"Los síntomas son habitualmente malestar general, fiebre no muy alta de hasta 38,5 grados centígrados, algunos síntomas de resfrío con congestión nasal, mucosidad y dolor de garganta, junto a un decaimiento general", asegura Lanas.
Esta enfermedad es casi inevitable. Se adquiere como se puede adquirir un resfrío, está principalmente en la saliva, pero también en el aire. Tampoco tiene relación alguna con la higiene o el ambiente en el que se esté inserto.
Es una enfermedad que ha padecido gran parte de la población en su época juvenil, pero que por suerte solo podemos tenerla una vez a lo largo de la vida.
"La mononucleosis típica producida por el Epstein Barr solo se da una vez en la vida, pero hay otras infecciones de tipo viral que pueden dar una síndrome mononucleosis, que son manifestaciones similares pero producidas por subvirus", añadió el especialista.
Lo importante es diagnosticarla de manera rápida porque su prolongación en el tiempo puede inflamar ganglios e incluso órganos como el hígado y el bazo, comprometiendo el sistema linfático.
La situación más compleja se origina cuando afecta a estos dos órganos por lo que se indica reposo estricto de hasta cuatro semanas. Este diagnóstico es de cuidado, debido a que en caso de realizar actividad física importante o recibir un golpe se puede producir una lesión y posterior hemorragia.
¿Cómo saber que estamos padeciendo la mononucleosis?
Andrés Lanas manifiesta que "la mononucleosis habitualmente tiene secreción blanquecina en las amígdalas, mientras que la amigdalitis purulenta tiene una secreción más grisácea".
En cuanto a los síntomas, la primera tiene algunos similares al resfrío como "congestión, mucosidad, tos, a diferencia de la amigdalitis en la que hay fiebre, dolor de garganta y nada más". Por último, esta enfermedad "es una inflamación que afecta y produce ganglios al nivel del cuello, en la parte anterior, detrás del cuello, debajo de las axilas,y por lo mismo puede afectar el hígado y el bazo".
Sin embargo, todos los sistemas humanos pueden reaccionar de distintas maneras ante este virus y en la mayoría de los cuadros los malestares no se prolongan por más de 15 días.