Para nadie es un misterio que las cejas son una parte fundamental de nuestra cara y por eso deben llevarse definidas para destacar los ojos y enmarcar el rostro, dándole cierto poder de seducción. Atrás quedaron esas décadas en las que se llevaban las cejas finas y han reaparecido con mucha fuerza las llamadas cejas gruesas, denominadas bold.
Hay algunas mujeres y hombres que pierden sus cejas, existen muchas causas por las que se pueden caer. Las más comunes son el hipotiroidismo, por cicatrices o problemas idiopáticos, donde no hay una causa puntual para su caída, sino que es más bien una suma de factores genéticos.
El implante de ceja se hace a través de la técnica FUSS, que está en el mercado hace unos 5 años. Como explica la Dra. Jesús Díaz, especialista en trasplante capilar de Clínica Témpora, este es un trabajo muy minucioso porque el diseño de una ceja es único. “No hay otro pelo en el cuerpo que sea igual, se va formando como un abanico en la zona, son folículos de un sólo pelo que toman una dirección determinada. Si observas tus cejas, te das cuenta que las raíces van siguiendo direcciones distintas y se van encontrando los pelos como un abanico”, comenta la especialista.
La cirugía dura de 6 a 7 horas con anestesia local, se implantan alrededor de 500 folículos por ceja y en el post operatorio, durante los primeros cinco días, hay que evitar la humedad y los movimientos extremos de la zona.
“Hace un año aproximadamente comenzó una tendencia de más consultas para implantes de cejas y barba, gracias a la difusión de las nuevas técnicas mínimamente invasivas de implante capilar”, dice la Dra. Jesús Díaz, cuyos pacientes han obtenido resultados muy naturales e indoloros.
“Es un procedimiento simple pero minucioso, por lo que nadie nota que es pelo trasplantado, sino que parece que viene de nacimiento”, asegura la experta.