La alopecia o calvicie ya es un concepto habitual entre los chilenos. En la actualidad, los hábitos de vida como el tabaquismo, la mala alimentación y el estrés han aumentado su incidencia, desencadenando un gran problema para las personas jóvenes, no tan sólo médico, sino que también estético; alterando las relaciones interpersonales y generando inseguridad entre quienes la padecen.
Esta enfermedad, a raíz de diversas causas, lleva a una atrofia sucesiva de los folículos que producen el cabellos; adelgazándolos y enlenteciendo paulatinamente su velocidad de crecimiento, lo que finalmente provoca su caída y la generación de espacios vacíos que terminan dejando un cuero cabelludo calvo y brillante. Esto se inicia cerca de los 20 años y evoluciona a lo largo de los años.
Según el doctor Francisco Castellón, médico cirujano especialista en implante capilar de la Clínica Tempora,“la alopecia en general, es una enfermedad que produce una pérdida anormal mayor a 100 cabellos diarios o una alteración en los ciclos de crecimiento y formación del cabello. Se origina a partir de diversos factores, siendo en el hombre la causa más frecuente. En un 90% de los casos, la alopecia de origen androgenética. Sin embargo, cuando se trata de mujeres, el panorama se torna diferente, siendo las principales causas los trastornos hormonales, nutricionales o por estrés”.
Implante capilar
Pero ya existe una solución para este problema: el implante capilar. De acuerdo a la comunidad médica, es el único procedimiento definitivo y permanente que termina con la alopecia. A pesar de que esta técnica es relativamente nueva en Chile, sus resultados convencen con creces, y a raíz de esto más jóvenes optan por ella.
“La frecuencia de procedimientos se ha elevado durante el último año en el país. En nuestra clínica realizamos una cirugía por día, eso significa que en un año se superan las 230 intervenciones. La mayoría de los pacientes son hombres jóvenes entre 20 y 40 años, quienes ya no tienen miedo de experimentar con este método para recuperar el cabello, y principalmente se atreven porque desean sentirse mejor con ellos mismos”, dice el especialista.
Otro de los aspectos por los cuales está cirugía está en alza es que la técnica utilizada es mínimamente invasiva y los cuidados posteriores son simples y fáciles de ejecutar. Además permite acabar no sólo la calvicie masculina, sino también se puede realizar reparación en cejas, barba y cicatrices con excelentes resultados.
Esta cirugía no tiene efectos secundarios y cualquier persona con un diagnóstico compatible con alopecia androgenética o cicatrizal puede someterse a ella, logrando efectos que superan el 90% de efectividad.
Procedimiento médico
Se realiza de forma ambulatoria y con anestesia local. En una primera etapa se extraen folículos capilares sanos desde la zona donante (sector de la nuca y/o laterales), ya sea a través de la técnica FUE en la cual se utiliza un fino instrumento que retira unitariamente los folículos capilares desde la zona donante, o mediante la tecnica FUSS en la cual se extrae una tira de cuero cabelludo.
“Una vez que se tienen separadas las unidades foliculares extraídas, se procede a implantarlas una a una en la zona alopécica. En este punto es muy importante que cada uno de los implantes se realice de forma unitaria, logrando que la densidad, dirección del cabello y línea de implantación frontal sea natural y acorde con la estética de cada persona. Esto evita errores estéticos, como el conocido “pelo de muñeca”, enfatizó el cirujano.
Toda la cirugía tarda entre 5 a 8 horas, dependiendo de la técnica usada y de la cantidad de unidades foliculares que se implantarán. Como es ambulatoria, el paciente se retira a su casa, sin necesidad de hospitalizarse, y puede volver inmediatamente a su vida normal. No obstante, es recomendable, evitar realizar ejercicio físico los primeros 10 – 15 días para no correr riesgo de perder un implante.
Dentro del primer mes después de la cirugía y luego de la caída de las costras, se desprenden los cabellos implantados (quedando las raíces dentro), lo que es parte de la evolución normal y no reviste mayor cuidado. Los cabellos implantados vuelven a salir a partir del segundo o tercer mes, mejorando en largo y en densidad paulatinamente, hasta lograr un resultado final 12 meses después de la cirugía (sobrevivencia del 90 – 95% de los cabellos implantados). Una vez logrado el resultado final, los cabellos crecen con normalidad durante toda la vida, ya que el resultado es definitivo.