Factores de riesgo como la edad, hipertensión arterial, tabaquismo, sedentarismo, obesidad, consumo de alcohol excesivo, diabetes mellitus, colesterol alto y algunas enfermedades cardiovasculares, pueden detonaren un accidente cerebrovascular, según destaca el Dr. Manuel Gómez, médico neurocirujano de la Clínica Tarapacá.
El especialista advierte que se trata de una enfermedad silenciosa, ya que no presenta síntomas claros antes de suceder. “En Chile, se han registrado aproximadamente 25 mil casos anuales de accidentes cerebrovasculares, y son los varones mayores de 45 años los más propensos a sufrir esta dolencia. Incluso, la mayoría de los casos se concentra en hombres que superan los 60 años”, indicó el Dr. Gómez.
Los síntomas moderados que anuncian un posible accidente cerebrovascular son “trastornos del habla, trastornos motores de las extremidades y desviación de rasgos faciales que se inician de forma aguda, e incluso puede haber compromiso de la consciencia si el daño es grave”, detalla el facultativo.
“De los factores de riesgo mencionados, existen los no modificables, que son el sexo masculino y la edad, y el resto constituyen los factores de riesgo modificables”, explica el neurocirujano, quién agrega que por medio de la vida saludable – evitando el cigarro, alcohol, sedentarismo y obesidad, podrían ser claves para evitar esta enfermedad.
Una vez ocurrido el accidente cerebrovascular, los factores que influyen en el pronóstico generalmente son la extensión del daño en el cerebro, la zona del cerebro afectada, si es un infarto cerebral o un accidente cerebrovascular hemorrágico, la rapidez en el inicio del tratamiento médico y la presencia de otras enfermedades graves que puedan empeorar la evolución, explica el especialista.
“Usualmente un tercio de los pacientes con Accidente cerebrovascular fallece, otro tercio queda secuelas severas y el otro restante evoluciona con secuelas leves. De más está decir que todas las estrategias terapéuticas y tecnologías son destinadas a aumentar este último grupo de los pacientes, aunque muchas veces, a pesar de todo el esfuerzo médico, no es posible conseguirlo”, sostiene el neurocirujano.
Políticas públicas
Respecto de las políticas públicas para esta enfermedad, “es importante que los Accidentes cerebrovasculares isquémicos (infartos cerebrales) pertenezcan a las patologías GES (Garantías Explícitas en Salud), como parte de las políticas de salud pública”, aconseja el neurocirujano.
En resumen, es importante “una vida saludable, realizando ejercicios, comida baja en sal y carbohidratos, evitar los cigarrillos, alcohol en exceso y mantener controladas la Hipertensión Arterial, Diabetes y enfermedades cardiacas en caso de que ya se padezcan”, señala Gómez.
“Estas recomendaciones están dirigidas a toda la población, tanto al grupo en edad de riesgo, como a las personas más jóvenes, para que adopten un estilo de vida saludable antes de llegar a las edades de más riesgo”, concluye el especialista.