Una extraña situación se vivió en la playa Coronación, en Australia. Varios bañistas vieron como un tiburón blanco se movía en las aguas menos profundas, e incluso una persona lo filmó merodear cerca de la orilla:
El gigantesco escualo estuvo nadando en las aguas más superficiales desde el sábado 12 de julio hasta el lunes 14, día en que lo encontraron muerto.
¿La razón? El animal se habría atragantado al intentar comer un león marino demasiado grande para su esófago.
El departamento de Pesca de Australia informó que el científico Rory McAuley revisó el tiburón y concluyó que "aparentemente tenía un gran león marino australiano atorado en su garganta".
El animal, de sexo masculino y cuatro metros de largo, no tenía marcas visibles de heridas o enfermedades.
"Un objeto tan grande pudo haber dañado los órganos internos o impedido que el agua entrase a sus branquias, contribuyendo a su muerte", explicó McAuley.