Elena Goodall tenía solo 29 años cuando le diagnosticaron diabetes tipo II, apnea del sueño y le dijeron que si seguía con ese ritmo no viviría hasta los 40 años, todo producto de su incontrolable adicción a la comida chatarra.
La joven sólo se alimentaba a base de lo que vendían conocidas cadenas de comida rápida, por lo que básicamente sólo comía hamburguesas, sándwich y papas fritas.
Tras el desalentador pronóstico, y con 184 kilos, decidió cambiar por completo su vida y se realizó una cirugía de manga gástrica. Pero eso fue sólo el comienzo, ya que se sometió a una estricta rutina de ejercicio y cambió por completo sus hábitos alimenticios.
Lo que no sabía Elena era que este cambio le abriría un mundo completamente nuevo. Fue así como descubrió la afición que hoy la tiene viviendo una vida muy diferente.
Luego de la operación la joven decidió comenzar a entrenar para corridas. Cuando superaba una iba subiendo la intensidad para luego pasar a los triatlones y finalmente al Ironman.
“Ahora, sólo quiero demostrar a la gente que si llegas a ese punto, hay algo que puedes hacer, y puedes salvar tu propia vida”, dijo en una entrevista al programa de televisión "Today".
Actualmente Goodall tiene un blog donde cuenta su experiencia, los cambios que ha experimentado a lo largo de su vida y cómo pasó de ser una adicta a la comida chatarra a una corredora de triatlón.