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"Podría alegrarle": informático compró dominio QR de tren EFE y compartió emotiva historia

Tras ver que el código QR no llevaba a ningún sitio, el hombre gastó de su propio dinero para contar un relato de su vida.

24horas.cl

Informático compra QR en EFE y cuenta su historia

Viernes 20 de diciembre de 2024

Una historia se viralizó en redes sociales luego de que un pasajero del tren EFE Estación Central-Chillán se llevara una sorpresa al escanear un código QR para acceder al menú de la cafetería, encontrándose con un sitio completamente distinto al esperado.

En lugar de dirigir a la página oficial, el QR lo llevó a un sitio web llamado "entrerrieles.com", el que lleva a una breve nota de un pasajero que, al ver que el dominio de la página estaba libre, decidió comprarlo y contar una historia personal.

"Cuando era chico, viajaba con mis abuelos y mi mamá a Santiago a ver a mi tía y a mis primos. Cada travesía, mi abuelo preparaba sánguches de bistec" relató.

El hombre contaba en la nota que, para conmemorar su primera vez en el tren rápido, decidió recrear la comida. Aunque esta no le quedó bien sazonada y era difícil de masticar, le recordó a su infancia.

"Pueden contactarme a [email protected], ya sea para enviarme fotos de sus colaciones del tren, de sus gatos, desvaríos varios o para pedirme el dominio de vuelta" invitó el misterioso autor.

¿Quién es el misterioso individuo que compró el dominio?

En conversaciones con The Clinic, el autor de la nota se dio a conocer, siendo identificado como Ignacio Andrés Orellana, un informático que gastó 10 dólares para comprar el dominio y contar su historia.

Según lo contado al medio mencionado, Orellana se encontraba viajando junto a su pareja de Chillán a Santiago cuando decidió por curiosidad revisar el QR, notando que este no llevaba a ningún sitio web.

"Primero quedé con la idea de comprarlo para protegerlo, alguien más podría haberlo hecho y dejarlo redirigido a sitios maliciosos. Y a mitad del viaje me di cuenta de que yo mismo podía dejar algoinofensivo, que quizás podría alegrarle el día a gente random, la historia del pan que me iba comiendo. Me hacía ilusión que como está presente en cada asiento, podría llegar a mucha gente de forma simple y anónima" contó.

Desde la publicación, Orellana ha recibido cerca de 50 correos con fotos de gatitos, colaciones del tren y mensajes de apoyo, además de experiencias e historias de otras personas. No ha recibido ningún mensaje de odio.

El informático afirmó que EFE todavía no lo ha contactado, pero que no tiene problemas en devolver en link, razón por la que dejó su correo electrónico en el mensaje.