En el vasto universo de las bebidas a base de café, emerge una estrella que, a pesar de su reciente popularidad, tiene sus raíces ancladas en la tradición cafetera de los años 80 en Australia. El Flat White, más que una simple alternativa al capuchino o al café con leche, representa una fusión única que destaca por su equilibrio y sutileza. Este lunes Google celebra este café con un Doodle en sus búsquedas.
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En esta exploración, nos sumergimos en la historia, la técnica y la receta del Flat White para que puedas preparar en casa esta bebida.
¿Cuál es la historia del nacimiento del café Flat White?
El Flat White, según cuentan las leyendas cafeteras, nació de un "accidente" feliz cuando se sirvió un capuchino de manera no convencional.
Este incidente dio lugar al Flat White que, aunque comparte similitudes con el capuchino y el café con leche, se distingue por su característica capa de microespuma de leche y una mayor proporción de café.
Se trata en cierta forma del camino de la evolución del café desde la tradición hacia gustos actuales.
La firma del Flat White
Lo que verdaderamente distingue al Flat White de otras bebidas a base de café es su fina capa de microespuma.
Esta capa, menos voluminosa que la del capuchino, permite una experiencia de sabor más intensa y concentrada.
En ese contexto es que Google está celebrando al café Flat White con un doodle donde recuerda su preparación.
La receta y preparación del Flat White
La preparación ideal del Flat White se logra con dos cargas de espresso (o una dependiendo del gusto) y una capa de leche ligeramente emulsionada.
En el caso de que tengas una máquina cafetera, puedes usar el hervidor de leche junto con una jarra para generar la espuma necesaria.
En caso de que no lo tengas, puedes usar una jarra de leche, ponerla a hervir en el calentador de tu cocina hasta que se genere la espuma y "suba". Ahí mantén el control de la espuma o se te puede salir de la jarra.
Sirve las porciones de café primero, luego pone la leche líquida sobre un costado de la taza de café y luego deja caer la espuma sobre la parte superior de la taza. Te puedes apoyar en una cuchara para controlar la caída de la espuma de leche.
La clave está en la textura de la leche y la calidad del espresso.