El origen del Pinot Noir se remonta a la célebre región de Borgoña, en Francia, donde ha sido cultivado durante siglos. La primera mención documentada de esta cepa data de 1345, lo que refleja su larga y rica historia en la viticultura.
A lo largo de los años, esta cepa ha sido venerada por su capacidad de reflejar una experiencia de clima fresco. En el caso de Chile, se aprovechan las condiciones únicas que ofrece el suelo y temperaturas de los valles costeros y fríos para producir un vino con gran expresión.
Matías Ríos, director de Enología de Viña Cono Sur explica que “el Pinot Noir es una variedad delicada y fresca, con aromas a frutas rojas. En Cono Sur queremos desarrollar su máxima expresión buscando los mejores valles en Chile para esta cepa, como el Valle de San Antonio, un lugar privilegiado para esta variedad. La cercanía al océano Pacífico se traduce en vinos elegantes y de gran intensidad aromática. Las brisas marinas y las mañanas frías aseguran una maduración lenta, resultando en un Pinot Noir fresco y jugoso, pero con la acidez perfecta para disfrutar en cualquier ocasión”.
¿Con qué comida acompañarlo?
Existe un Pinot Noir para cada ocasión y gusto. En el caso de Viña Cono Sur, cuenta con esta cepa en todas las gamas y rangos de precios de su portafolio: Ocio, 20 Barricas, Single Vineyard, Orgánico y Bicicleta.
Quienes buscan disfrutar un vino premium y una experiencia única y refinada, pueden explorar el portafolio de vinos finos de Viña Cono Sur: Single Vineyard, 20 Barricas e ícono Ocio. Para esos momentos más casuales con la familia o amigos, el Pinot Noir de la línea Bicicleta, también es una opción ideal para compartir.
La versatilidad es una de las grandes virtudes del Pinot Noir, ya que puede acompañar desde pescados, como salmón a la parrilla, hasta carnes más ligeras, como pollo o cerdo, y con tablas de quesos como el camembert, feta o brie. Una variedad elegante y versátil que se puede disfrutar en diferentes ocasiones y con diversos maridajes.
Para disfrutar de un Pinot Noir en su punto, el enólogo recomienda servirlo a una temperatura de 14°C. Esta temperatura permite que se realcen su acidez y frescura, así como los delicados aromas que lo caracterizan. Cada botella es una celebración de la tradición, la pasión, el arte de la vinificación y conexión con la rica historia de esta cepa.