El Huaso Filomeno se subió por primera vez al escenario del Festival de Viña del Mar y supo como domar al "Monstruo" con una rutina más blanca, pero que tuvo la necesaria picardía para encantar.
El humorista comenzó su presentación con un jingle y sus características payas, ganándose la respuesta inmediata y positiva de los espectadores.
Haciendo chistes con la actualidad, sin dejar de lado el ya usado recurso de reírse de los políticos, algo que siempre recibe las risas y apoyo de la gente.
En la mayoría de su rutina hacía alusión a su condición de huaso en un mundo globalizado en el cual se quiere adaptar.
Una parte destacada de su rutina fue cuando se vistió de "joven" con cadenas de plástico lentes y gorro, riéndose de las cosas que pasan en una discoteque, donde está de moda el "tecno" y el "reggaetón".
La gente le otorgó las gaviotas de plata y oro seguidas al artista oriundo de Victoria, quien no se despega de su personaje y que marcó el peak en la transmisión televisiva con 36 puntos de rating.