Fue la Compañía de Danza de Philadelphia (Philadanco) la invitada especial para celebrar la cuarta gala del Teatro del Lago de Frutillar. Pero no estuvo sola sobre el escenario. La única actuación en nuestro país de este enérgico grupo, reconocido internacionalmente por su excelencia, contó con la colaboración de los estudiantes de la institución chilena.
Es la primera gala en la que subimos "a nuestra escuela al escenario", cuenta por teléfono a 24horas.cl Ulrich Bader-Schiess, el director artístico, ya que este espectáculo no está concebido como un evento educativo. Sin embargo, la combinación de Philadanco con los estudiantes de danza y ballet del programa ¡PUEDES BAILAR! y los del Ballet Royal Academy of Dance Escuela de las Artes Teatro del Lago estuvo más que a la altura de los espectáculos de alta calidad internacional a los que están acostumbrados en Frutillar.
"Se ha trabajado con mucha diligencia los últimos meses y con una exigencia propia de los dance studios profesionales", cuenta orgulloso el director en un marcado acento alemán. "Fue muy duro, pero lo lindo es que los niños lo gozaron" y podrán contar la experiencia de haber actuado junto con una de las mejores compañías, siendo dirigidos por el coreógrafo Christopher Huggins y el iluminador Clifton Taylor.
NIVEL ARTÍSTICO INTERNACIONAL
Casi como si quisiera escapar hacia el volcán Osorno, a quien mira de frente, surcando las aguas del lago Llanquihue, el Teatro del Lago está unido física y moralmente al pueblo de Frutillar.
La localidad de 16.000 habitantes tiene una larga tradición artística, desde que llegaran los colonos alemanes en 1856. Sin embargo, la ópera más austral del mundo, ubicada a las puertas de la Patagonia chilena, no fue pensada para el pueblo, sino para la "macro región sur" de Chile y para convertirse en un teatro de nivel internacional.
"El 70% del público procede de esa gran macro zona sur de Chile", explica la directora ejecutiva Carolina Schmidt, pero el otro 30% "vienen de Santiago, del norte de Chile, de Argentina, Brasil…".
En 1996, el empresario Guillermo Schiess, la pianista y violonchelista Flora Inostroza y la Municipalidad de Frutillar decidieron construir el centro artístico donde antes se encontraba el Hotel Frutillar, destruido por un incendio ese mismo año. En el 98 se coloca la primera piedra y cinco años después comienzan a darle vida al edificio.
En noviembre de 2010, ya a cargo del actual director, se inaugura con su forma actual. Un diseño armónico con unas características técnicas que crean una atmósfera acogedora y un ambiente exquisito acorde a la excelencia artística del interior. "La arquitectura es música muda", palabras del escritor alemán del siglo XVIII Johann Wolfgang von Goethe, que podrían ser leit motiv del proyecto.
ARTE PARA MEJORAR NIVEL DE VIDA
"En estos últimos cuatro años se ha logrado que sea uno de los teatros más importantes de Sudamérica, con una cartelera comparable en calidad a Sau Paulo, Bogotá o Río de Janeiro", destaca Bader-Schiess. Hasta Frutillar llegan artistas de alto nivel internacional.
"Por ejemplo, para la gala internacional de ballet de agosto trajimos artistas de Cuba, Londres, Nueva York, Sao Paulo… Nombres que pocas veces se han visto en Sudamérica".
Pero el objetivo es "hacer de este gran proyecto un proyecto país", explica Schmidt, exministra de Educación con Sebastián Piñera y que lleva desde junio en el cargo. Un trabajo que involucraría "al Estado, la comunidad, los ciudadanos y las empresas para construir un núcleo cultural y educacional de excelencia mundial".
El Teatro del Lago ha sido un foco de desarrollo regional "enorme", califica Schmidt, y "ese es el esfuerzo que tenemos que hacer como país para alcanzar el desarrollo", porque las sociedades "se cambian con cultura y educación".
La directora ejecutiva alaba los éxitos cosechados por la institución tanto por el desarrollo de la región en torno a esta ópera, como por su función educativa. "87.000 niños y jóvenes de la zona se han visto beneficiados por programas educativos" señala en entrevista telefónica a 24horas.cl, "niños que viven en zonas aisladas pero que viajan todas las semanas" para poder asistir a clase.
El mundo artístico tiene un deber para con las nuevas generaciones. Una filosofía muy arraigada en Frutillar y en las entrañas del Teatro. "El niño nace creativo y la tarea aquí es mantener esa creatividad, al menos, hasta que entren en el mundo laboral", apunta Ulrich Barden.
Más de 20.000 butacas se reservan para centros educativos, con quienes trabajan funciones gratuitas. Desde el año 2007, se ofrecen clases en distintas disciplinas artísticas para niños y jóvenes, quienes pueden optar a ayudas por parte de la institución. "El 50% de nuestros alumnos están becados", dice el director artístico, quien apunta además a las “importantes relaciones sociales para el desarrollo” de las comunidades que se originan sobre el lago.
Pero "somos todavía una guagua", sonríe Ulrich. Un bebé con metas ambiciosas: "mejorar el nivel de vida a través de las artes. Destacarnos como teatro internacional de nuestra macro región latinoamericana. Desarrollar Frutillar como destino turístico cultural”. Y todo ello sin olvidar a las generaciones futuras que serán quienes recojan y continúen su legado.