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La historia oculta detrás de "Sapo y Sepo", clásico de la literatura infantil

La familia del autor aseguró que la serie de libros infantiles lo ayudó a confesar su homosexualidad y aceptarse a sí mismo a pesar de las discriminaciones de la época.

24horas tvn

Sábado 13 de febrero de 2021

La obra de Arnold Lobel es un infaltable en la biblioteca de muchos niños y escuelas alrededor del mundo. Sus libros como "Sapo y Sepo, un año entero", "Sapo y Sepo son amigos", o "Historias de ratones" han conquistado a millones de personas.

Su éxito no parece ser extraño. Por una parte, sus ilustraciones cargadas de dulzura y sencillez llaman la atención de cualquier lector. Por otra, sus historias llenas de ternura y lecciones de vida que son útiles a toda edad reconfortan a quien se sumerge en sus cuentos.

En 1974 Arnold Lobel publicó el primer libro de cuentos de "Sapo y Sepo", donde abordó temas tan profundos como la importancia de la amistad, el deseo de la soledad o la tristeza. A pesar de tratar temáticas profundas, Lobel se caracterizó por hacer que sus narraciones fueran muy fáciles de comprender por todo tipo de persona, independiente de su edad. Los libros de esa serie se han convertido en un clásico que sigue siendo leído con interés hasta el día de hoy.

Sin embargo, en la vida del célebre autor no todo fue miel sobre hojuelas. Su infancia no fue nada feliz, ya que confesó haber sido víctima de bullying en la escuela. Al entrar a la universidad no consiguió su sueño de financiar su vida trabajando como ilustrador o escritor, por lo que se dedicó a trabajar en revistas publicitarias, labor que nunca disfrutó.

"Usar todo ese dolor y sufrimiento y convertirlo en una obra para niños"

Hacer libros para niños era su gran pasión. En su infancia había utilizado los dibujos como una forma de acercarse a sus pares, y en su adultez se dedicó a perfeccionar su técnica para entregarle su talento a todo el mundo.

Lobel falleció a los 54 años a causa del VIH. Tan solo cuatro años después de publicar "Sapo y Sepo", el autor le confesó a su esposa que en realidad era homosexual. Debido a los prejuicios de la época, Lobel mantuvo su orientación sexual en privacidad. Sin embargo, en una entrevista confesó que se inspiraba en sus propias historias de infelicidad para escribir.

"Si un adulto tiene una historia de amor triste, él escribe sobre eso. Él lo saca de dentro suyo, tal vez haciendo una novela sobre eso. Bueno, si yo tengo una historia de amor triste, tengo que de alguna manera usar todo ese dolor y sufrimiento pero convertirlo en una obra para niños", señaló en una entrevista en 1977. Además, en reiteradas ocasiones aseguró que "Sapo y Sepo son dos aspectos de mí mismo".

"Sapo y Sepo son un retrato del amor gay"

"Creo que 'Sapo y Sepo' fue el comienzo de su 'salida del clóset' (...) Sapo y Sepo son del mismo sexo y se aman", señaló su hija Adrianne Lobel a The New Yorker en 2016.

Después de esa entrevista, diversos críticos literarios se han dedicado a preguntarse si Sapo y Sepo eran más que amigos. "Sapo y Sepo son un retrato del amor gay, que está reservado a lo privado y es algo melancólico, pero que es ferozmente protector y devoto", señaló J. Bryan Lowder también en 2016.

"Es un estilo [de relación] que se puede encontrar recurrentemente en descripciones de relaciones homosexuales antes de que la liberación hiciera que la visibilidad fuera un valor comunitario. El hecho de que Lobel fuera capaz de traspasar su experiencia en el clóset y de deseo homosexual a encantadores personajes animales, de hacer gestos hacia esa dinámica adulta con el vocabulario de un libro para niños, solo subraya su ya clara habilidad como escritor e ilustrador" continúa el crítico.

Si bien no hay consenso sobre si realmente los personajes originalmente estaban pensados como una pareja, lo que sí queda claro es que su historia ayudó al autor a crear un ambiente cómodo y cálido, lejos de las discriminaciones de la época.

Lobel falleció en 1987 por complicaciones derivadas del SIDA que padecía. "Tenía tan solo 54 años, piensa en todas las historias que nos perdimos", señaló su hija Adrianne en la misma entrevista.

La hija del autor se ha dedicado a poner en valor la obra de su padre. En 2002 estrenó un musical inspirado en "Sapo y Sepo, un año entero", donde diseñó las escenografías.