El pasado 16 de octubre el mundo del espectáculo se sorprendió con la muerte de Liam Payne, integrante de la extinta banda inglesa One Direction, quien cayó de la ventana de la habitación de su hotel en Buenos Aires, en un confuso hecho que actualmente mantiene a cinco acusados en prisión preventiva por los delitos de homicidio culposo y entrega de estupefacientes.
Dentro de los documentos presentados a la corte argentina, se encuentra una carta de la expsiquiatra del cantante, quien en septiembre dejó de atenderlo, recomendando "un nivel más alto de cuidados" del que ella podía proveer, razón por la cual dejó de tratarlo después de "una cuidadosa evaluación".
Como parte de esta evaluación, la profesional le aconsejó hablar regularmente con un médico, lo que "era vital para manejar propiamente el cuidado de su salud mental". Además, le habría entregado una lista de centros de rehabilitación que podrían ayudarlo.
En esta misma línea, es que la psiquiatra le recomendó seguir un tratamiento y "tomar sólo medicamentos con receta y evitar beber en gran cantidad mientras se estuviera medicando". Sin embargo, el cantante habría hecho caso omiso a estas recomendaciones.