Hace algunas semanas, el conductor de televisión, Leo Caprile, sufrió un infarto cerebral (accidente cerebrovascular o ACV), que afortunadamente no le generó daños posteriores. El animador ha utilizado sus redes para generar una campaña de concientización sobre este tipo de emergencias médicas.
Dentro de estas acciones, el conductor de radio y televisión recibió una invitación a participar en un programa de recuperación utilizando electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés) de parte de la empresa TrainFES, quienes le donaron un tratamiento para agilizar la recuperación post ACV.
Sin embargo, Caprile, al no quedar con secuelas ni complicaciones, decidió regalar el tratamiento a una persona que conoció cerca de su casa en Curacaví, quien había tenido el mismo diagnóstico médico, pero, a diferencia suya, había quedado con varias secuelas.
“Estaba cerca de mi casa en Curacaví y se me acercó un señor tratándome de colega por lo ocurrido con el ACV. Esta persona tenía secuelas importantes, por lo que quise regalarle el tratamiento ofrecido por la empresa para apoyarlo y entregarle esta poderosa herramienta de recuperación”, asegura el animador.
Además, agrega que “afortunadamente no tuve que utilizar el tratamiento, por lo que quise dar una mano a otra persona en agradecimiento de mi buen pronóstico posterior al ACV. Esta es una segunda oportunidad para mí y mi familia”.
Actualmente, existen diferentes tratamientos para lograr una recuperación satisfactoria de un ACV, dependiendo de lo que se busca tratar específicamente, con la función de la electroestimulación en cada uno de ellos. Por ejemplo, en el caso de la pérdida de la capacidad para tragar.
Moisés Campos, Gerente General de la compañía de neurorehabilitación y desarrollo tecnológico TrainFES, asegura que “el sistema complementa la terapia fonoaudiológica tradicional con electroestimulación funcional para tratar problemas de deglutir y disfagia. Se ha comprobado que la terapia logra mayor respuesta y reduce los tiempos de rehabilitación”.