En los últimos días se ha viralizado la historia de Jamie Heavens, un joven albañil inglés que por error se convirtió en millonario.
BBC News relató lo que ocurrió en el 2019, cuando Jamie y su tío se dirigían hacia el trabajo, quedando sin combustible a medio camino, por lo que decidieron ir a cargar a una estación de servicio.
Pasaron por una de las bencineras, pero esta no aceptaba tarjetas, así que siguieron su rumbo a la siguiente, donde compró una bebida y un billete de lotería.
"Me puse en la fila y me di cuenta de que había tomado el sabor incorrecto de la gaseosa, entonces regresé y elegí una diferente, y luego el chico siguiente en la fila compró el mismo billete de lotería que yo quería", explicó a BBC.
Pese a ello, de igual manera adquirió uno de estos boletos, el cual raspó con un objeto punzante, percatándose que había sido el ganador de un millón de libras, algo así como 1.3 millones de dólares.
"No lo creí al principio. Decía que había ganado un millón de dólares. Creo que la única otra vez que me sentí más asombrado fue cuando nació mi hijo", expresó al citado medio.
Pese a tener el billete ganador, Jamie todavía tenía que confirmar con la Lotería Nacional Británica si se había quedado con el premio máximo.
Sin embargo, no pudo establecer contacto telefónico, ya que estos comenzaban a trabajar a partir de las 09:00 horas, por lo que se subió al vehículo junto a su tío, a quien le contó la noticia, y partieron a trabajar a la empresa de Bournemoth.
Desde allí, el joven de entonces 22 años subió hasta el piso más alto del edificio de construcción para obtener señal y poder llamar a la Lotería, donde le confirmaron que era el ganador.
"No te das cuenta de lo que has hecho hasta que el dinero llega a tu cuenta. Te sientes aliviado porque puedes ir y hacer lo que quieres", expresó Jamie, quien reveló que lo primero que hizo fue comprarse un auto para él y otro para su pareja, con quien contrajo matrimonio.
Pese al gran monto obtenido, el joven se mantuvo en el rubro de la construcción, abriendo un negocio propio y comprando algunas propiedades.
"La gente piensa que soy rico, que tengo mucho dinero y que puedo comprar lo que quiera todos los días. Pero no es así (...) Todavía me preocupo por el dinero. Vivo una vida normal, me pago un salario normal y mi esposa va a trabajar dos días a la semana", explicó.