Los países del mundo que no celebran o reconocen Navidad –o derechamente la prohíben–, suelen ser regímenes autoritarios o naciones que profesan de manera oficial religiones distintas a la católica. Sin embargo, en América Latina existe un país que hace más de 100 años eliminó la festividad de su calendario.
Se trata de Uruguay, que en plena democracia, eliminó del calendario oficial la fiesta del nacimiento de Jesús tras establecer una ley en 1919.
¿POR QUÉ URUGUAY "ELIMINÓ" LA NAVIDAD?
Uruguay adoptó un enfoque secular o laico respecto a las festividades religiosas luego de múltiples acciones desarrolladas entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX para separar a la Iglesia del Estado, y por ello, la Navidad no es reconocida como un feriado oficial. Esta decisión también incluye el Día de Reyes, la Semana Santa y el Día de la Virgen.
No obstante, para no rechazar la festividad en sí, reemplazaron el Día de la Familia.
Si bien la Navidad sigue siendo una de las celebraciones más importantes para muchas familias, su enfoque en Uruguay es más social que religioso, y se celebra en un ambiente familiar y relajado, sin la obligación de un día de descanso oficial.
Un estudio del Pew Research Center de 2014, que se sigue utilizando como referencia en estudios académicos, situaba a Uruguay en la cúspide de países latinoamericanos con más personas sin filiación religiosa: un 37% en total, dividido entre aquellos que no tienen una religión particular (24%), los ateos (10%) y los que se definen como agnósticos (3%).
Para tranquilidad de los amantes de la época navideña, el hecho que se haya eliminado del calendario no significa que no se celebre, ya que en las calles de las ciudades uruguayas, como en otras tantas del mundo, se multiplican los árboles de Navidad y las luces de colores.