Este 2016 es bisiesto y muchos no saben cómo se produce este acomodo de días, que ocurre cada cuatro años.
Para poder entender qué sucede, te contamos que el año astronómico (gregoriano) tarda 365 días, 5 horas y 24 minutos en completarse, pero el año calendario solo estima 365 días.
Esas horas y esos minutos restantes, conforman un día más cada cuatro años, dando origen al año bisiesto.
Esta conformación del calendario fue impuesta por el papa Gregorio VIII, quien en 1592 instauró la división que conocemos en la actualidad.
Según señala el experto de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Astrofísica y Técnicas Afines (CATA), César Fuentes a La Tercera si no se realizara esta adecuación cada cuatro años "se empezaría a acumular un error entre la posición de la Tierra durante su vuelta al Sol, que es lo que uno quiere medir con el calendario".
"En cuatro años, es solo un día de diferencia y probablemente no lo notaríamos, pero si no lo hiciéramos en 100 años, estaríamos desfasados en casi un mes y ahí sí nos cambiarían las estaciones, la posición de las estrellas, explicó.