El teléfono de Ariel fue víctima de un extraño y peligroso fenómeno: a éste se le derritió la batería y se incendió de un momento a otro, mientras la joven dormía.
La joven se durmió después de haber dejado su Galaxy S4 bajo la almohada, pero un par de horas más tarde despertó al sentir el olor del teléfono incendiándose en su cama.
Según especialistas, el teléfono se pudo haber sobrecalentado e incendiado debido a una falla en la batería, ya que luego del accidente ésta se encontraba hinchada y quemada.
Un representante de Samsung salió a declarar que los productos de la marca surcoreana son completamente seguros, y que la batería encontrada dentro del S4 de Ariel no correspondía a las fabricadas por la compañía.
Desde la empresa también advirtieron que para evitar accidentes como el ocurrido y garantizar un buen funcionamiento del dispositivo, es de suma importancia no cortar el flujo del aire por la batería, ya que esto la lleva a sobrecalentarse y disminuir su vida útil.
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