Actualmente la expectativa de vida de una mujer llega a los 85 años y en los hombres hasta los 80, pero eso podría cambiar luego que un estudio revelara que sería posible retrasar el envejecimiento y lograr que los seres humanos tengan una esperanza de vida de 142 años.
En un principio una investigación publicada en octubre de 2016 en la revista Nature reveló que se hizo un modelamiento matemático con el que se llegó a la conclusión que los humanos podría llegar a vivir hasta los 117,9 años, pero unos nuevos estudios demostraron que el proceso de envejecimiento se puede modificar, al menos en el mundo animal, y por lo tanto extender la vida.
Si los resultados de estos estudios se aplicaran en humanos lo niños que están naciendo actualmente podrían llegar a vivir hasta los 142 años, según el estudio de 2015 de la U. de Texas (EE.UU.), que logró que el ratón “UT2598”, cuyo promedio de vida es de 2,3 años, viviera cuatro años.
“La hipótesis es que si se consigue retrasar los efectos del envejecimiento, se retrasan todas las enfermedades que tienen a la vejez como principal factor de riesgo, el cáncer, la diabetes, el alzhéimer, la enfermedad cardiovascular, enfermedad pulmonar obstructiva y la sarcopenia, por ejemplo”, explicó Christian González, director del Centro de Gerociencia, Salud y Metabolismo (Gero) a La Tercera.
“Se trata a la enfermedad atendiendo al enfermo, pero cuando esa persona ya está enferma, por lo que finalmente, solo se termina extendiendo la mala calidad de vida. En otras palabras, cuando te diagnostican alzhéimer es porque esa enfermedad comenzó en tu cuerpo hace por lo menos 20 años”, dice otro de los investigadores Claudio Hetz a la misma publicación, argumentando que la medicina se ha equivocado en el enfoque, ya que hay que trabajar en prevenir la enfermedad y no tratarla una vez que ya se manifestó.
Según explica el experto el cuerpo tiene los mecanismos para defenderse de las enfermedades, el problema es que no funcionan bien, pero como se tratan de procesos biológicos mediado por células se puede intervenir.
Para eso se utilizaría un fármaco derivado de una bacteria de la Isla de Pascua bautizado como "rapalogues", el que hasta el momento en pruebas con animales ha logrado extender la vida en un 15%
Además, el experto detalla que hay otro método que podría ayudar al proceso aunque no es ampliamente aceptada, ya que se basa en restringir la ingesta calórica. Esta teoría ha sido demostrada en animales donde se vio que los individuos que comían menos enfermaban menos y por lo tanto vivían más.
Aún con los fármacos y nuevas terapias los expertos afirman que para que esto pueda llegar a ocurrir es necesario cambiar los hábitos alimenticios y el estilo de vida de las personas, donde es fundamental hacer más ejercicio y no tener estrés.