Un estudio de la Universidad de Leeds, Reino Unido, asegura que si la bicicleta eléctrica se empleara para sustituir al automóvil, en Inglaterra se podría llegar a reducir las emisiones de CO2 hasta en 50%.
Ello equivale a 30 millones de toneladas al año, la mitad de lo que emiten los automóviles actualmente. Individualmente, se podría ahorrar 0,7 toneladas de CO2 al año, con lo que se contribuiría a mejorar la calidad del aire.
La indagatoria también analizó los coches híbridos y eléctricos como un opción para para reemplazar a los vehículos motorizados, determinando que si bien su uso reduciría las emisiones de CO2 de por vida, difícilmente llegarían a las cifras que las bicicletas eléctricas sí tienen posibilidad de alcanzar.
Juan Ignacio Guldman, gerente de operaciones de Völmark, compañía nacional que ofrece distintos tipos de transporte eléctrico, señaló que dicha realidad es extrapolable a Chile, puesto que "en nuestro país vemos cada vez mayor conciencia sobre los beneficios del uso de las e-bikes al momento de combatir la crisis climática. Antes, era un tema de nicho. Hoy, de manera cada vez más generalizada las personas llegan buscando cambiar su forma de moverse, optando por una alternativa eléctrica en lugar de una bici convencional, porque esta última no les permite recorrer largas distancias o transportar cargas”.
En el caso, por ejemplo, de los vehículos de delivery “el costo de operación de un camión para 5.000 kilos, considerando mantención preventiva, neumáticos y combustible, bordea los 165$/km. Mientras, que lo mismo para una bicicleta eléctrica no llega a los 35$/km”, sostuvo.
La ONU ha indicado que cada año se liberan en la atmósfera miles de millones de toneladas de CO2 como resultado de la producción de carbón, petróleo y gas, y la actividad humana está produciendo emisiones de gases de efecto invernadero a niveles récord.