Quizá las acciones que más comúnmente están asociadas a las compañías que contaminan y generan grandes huellas de carbono son la producción de residuos, la tala de árboles o la quema de combustible por el transporte de insumos y viajes de negocios. Si bien esta relación es cierta, en general cualquier empresa, por más avanzada que sea, produce algún tipo de rastro “invisible” de contaminación.
Incluso pasa con las plataformas tecnológicas, que para operar necesitan de energía, computadores, servidores y personal que se movilice. Se estima que los Data Centers, como los que está construyendo Google en Chile, son los responsables del 2% de todas las emisiones globales de CO2. Por otra parte, una industria tan incipiente como el bitcoin genera emisiones equivalentes a la ciudad de Las Vegas, en Estados Unidos. Y a un nivel más individual, enviar 65 emails es equivalente a conducir un auto durante un kilómetro.
Si bien no contaminar es casi imposible, existe un mecanismo en que empresas de tecnología, como las fintech, pueden conseguir ser carbono neutrales. Es el caso de Fintual, empresa chilena de inversión y administración de fondos, que se sometió a una revisión para conseguir el sello “CarbonNeutral Company”. Esta es la certificación más reconocida en el mundo para demostrar de forma transparente el compromiso de una organización frente al cambio climático.
El proceso se trata de un estudio exhaustivo en que la firma Carboneutral constata anualmente la huella de una empresa, para luego ofrecerle ‘reducciones verificadas’ o ‘bonos’ certificados de carbono. Estos garantizan que una cantidad equivalente de emisión de gas de efecto invernadero sea reducida de la atmósfera a través de un proyecto de energía renovable, tecnología limpia o de la captura de carbono a través de la conservación de bosques.
En este caso, se detectó que Fintual generaba una huella de carbono equivalente a 25 toneladas de CO2 al año, cantidad relativamente pequeña si se considera que en promedio cada chileno emite anualmente cinco toneladas de CO2. A partir de eso, Fintual decidió comprar 25 bonos de carbono en la conservación de la Reserva Costera Valdiviana (correspondiente a la huella emitida por la empresa). Dicho proyecto evitó la construcción de una autopista y logró la reducción de cerca de 30 mil toneladas de Co2. Además, la Reserva, que se apoyó a través de bonos verdes, contempla el cuidado del agua y fauna marina de la zona, la reforestación de 225 mil árboles y la mantención del liderazgo predominante de las mujeres emprendedoras locales.
“Fintual está en constante crecimiento y la cantidad de colaboradores se duplicó durante el 2020. Si bien es inevitable que aumente la huella de carbono a medida que más gente trabaja en la empresa, nuestro foco será reducir la emisión promedio por trabajador. Adoptaremos medidas más amigables con el medioambiente tanto en la oficina, como en el desplazamiento y hogares de nuestro equipo”, destaca Francisca Domínguez, del equipo de finanzas de Fintual.