En los últimos años, muchas tendencias consideradas poco estéticas dejaron de ser un tabú para convertirse en una declaración de identidad y autenticidad, y en esta línea, cada vez más mujeres "desafían" los cánones de belleza tradicionales y reivindican la naturalidad de los cuerpos.
Es así como una nueva tendencia irrumpió en las masas, principalmente en España, el cual consiste en que las mujeres dejan crecer sus vellos faciales, principalmente el bigote y las cejas.
"La tendencia del bigote femenino arrasa en España", tituló Marca sobre esta nueva moda.
Las redes sociales dieron mayor visibilidad a este movimiento, además que influencers, artistas y activistas adoptaron el bigote femenino como símbolo de empoderamiento, siendo el body positive y el feminismo movimientos claves para esta transformación.
La influencer Joanne Kelly es un ejemplo de esta práctica, cuyo objetivo es mostrarse con sus "imperfecciones".
"Como tantas otras personas, crecí creyendo que el vello facial visible era antihigiénico, poco atractivo y masculino. Esto es algo que debemos desaprender colectivamente como sociedad", señaló la influencer en una de sus publicaciones, en la que destacó que ella defiende "la elección personal libre de juicios".