Las esponjas están en todos los hogares del país por su utilidad al momento de lavar la loza, son prácticas y aparentemente inofensivas, sin embargo, un estudio reveló que almacenan al menos 54 mil millones de bacterias por centímetro cúbico.
Según ingenieros biomédicos de la Universidad de Duke, la esponja tiene una estructura húmeda y porosa, por lo que es ideal para las bacterias. Además, afirman que las esponjas puede transmitir enfermedades infecciosas.
"Es una amenaza silente porque el material con el que se hace las esponjas permite que queden restos de alimentos ahí y casi no verificamos que queden completamente limpias, esto puede exponernos a unas infecciones que puede provocar algún compromiso de la vida", reveló el doctor Javier Bolaño de la clínica Indisa.
El estudio internacional mencionó que no cambiar la esponja y no mantener una higiene adecuada permite que haya un foco de bacterias que se transmiten desde los utensilios y alimentos, y se posicionan en ella.
Respecto a eso, es ideal mantener resguardos como cambiar las esponjas en un tiempo que se determine adecuado, mantenerla seca y no cruzarla con alimentos.
Con estas medidas, se puede prevenir enfermedades estomacales intensas, neumonía, insuficiencia renal, entre otros.