El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, provocando que se estrechen e hinchen, pudiendo producir más mucosidad. Aquello, conlleva dificultades para respirar, tos o falta de aire.
La afección —que no tiene cura— no causa grandes molestias en algunas personas, pero en otras puede llegar a interferir en sus actividades diarias e incluso poner en riesgo su vida por ataques de asma.
Síntomas
Según detalla Mayo Clinic, los síntomas del asma varían y pueden llegar a controlarse. Algunas personas pueden tener síntomas sólo en ocasiones, otras cuando se ejercitan y otras en todo momento.
Los síntomas y signos más frecuentes son:
- Falta de aire
- Dolor u opresión del pecho
- Silbidos al exhalar (común en niñas y niños)
- Problemas para dormir por falta de aliento, tos o silbidos al respirar
- Tos o silbidos al respirar que empeora con un virus respiratorio
Además, hay algunos síntomas que se exacerban sólo en situaciones como:
- Asma provocada al hacer ejercicio (puede empeorar con aire frío y seco)
- Asma ocupacional (por ejemplo en el trabajo por vapores químicos, gases o polvo)
- Asma inducida por alergia (por sustancias como el polen, esporas de moho o saliva de mascotas)
Tratamiento
La clínica recomienda ir una consulta médica cuando se sospeche de la afección o de forma inmediata cuando los ataques de asma son graves y frecuentes.
Si se diagnostica, el tratamiento suele consistir en reconocer los factores desencadenantes y qué medidas tomar.
Por ejemplo, habitualmente se aconseja usar inhalador de alivio rápido. Además, en base a la condición de la o el paciente, se recetarán medicamentos preventivos para reducir la inflamación de las vías respiratorias.
En ciertos casos, también se aplican remedios para alergias que provocan o empeoran el asma.
Los tratamientos varían de acuerdo a los síntomas y condiciones de las personas, y en ocasiones también se toman medidas como termoplastia bronquial.